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La ambición del Femenino

"Tenemos la ilusión intacta pese a caer ante el Dépor", dice Pedro Arboleya, técnico de un equipo que sólo perdió dos partidos en 2018

Arboleya, manteado a final de la temporada pasada. FERNANDO GEIJO

El Oviedo Femenino despidió el año 2018 con un varapalo mayúsculo. El partido ante el Dépor en El Requexón (1-3) no era un encuentro más para las chicas del Oviedo, sobre todo en una categoría, la Segunda Femenina, que se rompe por arriba. El Dépor fue superior a las de Pedro Arboleya y se llevó con justicia el partido, pero no hay tiempo para hundirse y desde el vestuario azul, ya en frío, miran con la misma ilusión el 2019 con la que empezaron la temporada. El objetivo es nítido, el ascenso. Y 2018, pese a quedarse a las puertas de lograr el salto de categoría, cayendo ante el Logroño en El Requexón en la fase de ascenso, deja un registro espectacular en el club azul, que sólo ha perdido dos veces en todo un año -ante el Dépor el pasado sábado y en el play-off hace meses-.

Arboleya, técnico azul, lo tiene más claro que nunca. "La ilusión está a tope, intacta, como el primer día. Con la misma claridad que hacemos la lectura negativa del último partido del año también digo que el vestuario tiene hambre, y recursos para hacerlo. Luego, esto es fútbol", asegura el ovetense.

Arboleya ha caído de pie en el club azul, entrenador metódico, referente indiscutible en la caseta, el ovetense -trabaja en una entidad bancaria- cumple su segundo año en el Oviedo Femenino, en la que es su primera experiencia en el fútbol de mujeres. Caer en play-off el curso pasado y perder ante el Dépor no empaña el 2018, un año destacado para Arboleya, que se queda con lo positivo. "2018 ha sido uno de mis mejores años a nivel personal, aunque queríamos ascender no todo son los resultados. La experiencia de trabajar en un club femenino no la cambiaría absolutamente por nada. El balance, pese a no subir, es casi insuperable", explica el técnico en el parón navideño. Su labor en la vuelta de navidades (las azules regresan a los entrenamientos antes de año nuevo), es intentar analizar los errores ante el Dépor y pasar página: "El vestuario estaba tocado después del partido porque la derrota siempre duele, pero las dos partes, plantilla y entrenador, coincidimos en el diagnóstico para revertir la situación. El grupo tiene mucha comunicación, lo hablamos incluso ya en el descanso", explica el técnico, que no tiene "ninguna duda en que, con trabajo, llegarán los objetivos del Femenino.

El 2019 arrancará con el Oviedo segundo clasificado, a sólo tres puntos del Dépor. "Al año nuevo le pido una plantilla que siga trabajando y que esté implicada. No necesito más. Luego tenemos que tener suerte y también que nos respeten las lesiones, porque hemos tenido algunos problemas", remata Arboleya.

El fútbol Femenino, que ha experimentado un tremendo desarrollo en los últimos años, también tiene varios retos con el arranque de 2019. Uno principal, que esperan con ganas desde todos los estamentos del club azul, es el esperado cambio en la Ley del Deporte para que el fútbol de mujeres, como el de hombres, sea profesional. Ahora mismo, con la ley en la mano, las mujeres no están reconocidas. En el Oviedo, en 2019, esperan verse en Primera, y como no, como profesionales.

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