Paredes, Jorge JARDÓN

Desde que se creó, en 1991, la asociación «Valle de Paredes» sigue siendo un referente para todas las demás no sólo por su actividad, sino por tener los pies en el suelo y saber qué aspectos vecinales se pueden negociar y a cuáles otros no pueden aspirar por escaparse a sus atribuciones. Alberto Martínez, presidente del colectivo desde hace doce años, piensa dejarlo pronto por razones familiares, pero se muestra dispuesto a colaborar con la nueva directiva en lo que se le pida, una colaboración que les vendrá muy bien, puesto que ha tenido que pasar por circunstancias tormentosas, habiéndose creado la asociación para enfrentarse a la empresa Venis, de Porcelanosa, que pretendía instalar en Paredes una explotación a cielo abierto de unas minas de feldespato.

Después de muchas incomprensiones, la asociación ganó el contencioso contra la empresa en Oviedo y en Madrid, de modo que el tema de los feldespatos parece superado, a pesar de que la empresa ya había comprado un terreno de, aproximadamente, dos hectáreas en el que proceder a iniciar las excavaciones. Parece ser que la empresa castellonense apostó por un filón, que le permitiría la explotación durante mucho tiempo. Pero los vecinos quisieron erradicar de un valle tan primoroso el trasiego de camiones cargados de material y la contaminación que la mina podría ocasionarles.

Pero también ha vivido con satisfacción cómo el valle de Paredes recibía la visita del Príncipe de Asturias para hacer entrega del premio al «Pueblo ejemplar», un galardón concedido en buena medida por su protección del medio ambiente. La nueva preocupación de los vecinos es que salga a licitación la carretera entre Navelgas y Brieves, la cual servirá para quedar unidos con la Autovía del Cantábrico, una vez que ya ha sido inaugurado el tramo Cortina-Cadavedo. Además ello permitirá unir en pocos minutos la playa de Cueva con el concejo de Tineo, permitiendo visitar una zona sucesiva de museos, como son el centro de las hoces del Esva de Paredes, el museo vaqueiro de Naraval, el del oro de Navelgas y el museo del bosque de Muñalén.

El otro tema esencial para el valle de Paredes es la puesta en marcha del centro de interpretación de las hoces del Esva, cuyo edificio ha sido instalado en las antiguas escuelas de Agüera, que acaban de ser rehabilitadas mediante tres subvenciones de la Consejería de Vivienda, habiendo invertido en ellas unos 150.000 euros. El centro podría estrenarse este mes de enero, si bien a lo largo del año será inaugurada una tienda que haga las funciones de venta de productos de la zona y de oficina de información de los cinco concejos que forman el «Leader», es decir, los de Valdés, Tineo, Allande, Salas y Cudillero. También les preocupa el encauzamiento del Esva en la zona de Agüera, ya que al encontrarse el centro de interpretación a nivel del río un desbordamiento podría ocasionar daños graves en el centro, situado al mismo nivel, el cual irá dotado de material audiovisual que explica toda la fauna y la flora en la zona del río. Hay que darse cuenta de que en esa zona de las hoces conviven jabalíes, corzos, martas, jinetas y nutrias, hasta el punto de que, según Alberto Martínez, el río está considerado el de mayor población de nutrias del mundo.

La asociación se muestra tan ilusionada con el proyecto que sus dirigentes se desplazaron hasta Navarra para ver un centro de interpretación que pudiera servir de modelo al de Agüera.

Curiosamente, la asociación de Paredes engloba los once pueblos del valle de Paredes más algunos barrios y núcleos dispersos, contando con 300 socios, que pagan 10 euros al año, con un presupuesto final que no permite entusiasmos, ya que el dinero prácticamente se va en la organización de diversos actos programados cada año, como son la cabalgata de Reyes; la feria de muestras de Semana Santa, a la que acuden tres mil visitantes en dos días y exponen 60 artesanos; la celebración del día del bollo; el desarrollo del descenso ecológico, que fue creado hace unos años como señal de protesta desenfadada y humorística para luchar contra las minas; una excursión que se realiza a algún lugar de España cada año; la lotería que se regala a los socios, y la realización de pequeñas obras de adecentamiento del pueblo, como las que se llevaron a cabo en la iglesia, en las escuelas y en el cementerio, en donde acaban de ser renovadas todas las jardineras.

Señala Alberto Martínez lo gratificante que le resulta ver la cantidad enorme de personas y de excursiones que se acercan a Paredes para conocer el pueblo y disfrutar de su paisaje y de su entorno, destacando el número alto de gente que se reúne cada fin de semana para ambientar los bares del pueblo y los lugares de comida. Con todo, y a pesar de ese despegue, Alberto Martínez considera que el premio al «Pueblo ejemplar» podía haberse estirado mucho más hacia casas y apartamentos de turismo rural. Para él es necesario desarrollar su tarea al margen de la política, porque hay que tener en cuenta «que hoy están unos y mañana otros y nosotros tenemos que estar con todos, pudiendo negociar para que se escuchen y se atiendan las reivindicaciones de los vecinos en todas aquellas cuestiones que son necesarias para que todo el valle de Paredes resulte atractivo y acogedor para los propios vecinos y los forasteros que vengan».