Castropol, T. CASCUDO

La localidad castropolense de Tol está de enhorabuena, ya que después de varios años de retraso la Consejería de Medio Ambiente acaba de sacar a licitación la obra de ampliación del saneamiento y depuración. Un proyecto en el que el Principado invertirá una cifra próxima a los dos millones de euros, distribuidos en varias anualidades, y cuyo proyecto técnico se aprobó a principios de marzo.

La actuación beneficiará a unos doscientos vecinos, que ayer mostraron su alegría por que el proyecto salga adelante. Elsa Fernández, vecina de Tol, explicaba la urgencia de la obra, ya que «los desagües de muchas viviendas se vierten ahora a la calle y en meses de calor, además del olor, hay que soportar mosquitos». Fernández, como otros vecinos, dispone de fosa séptica a los pies de su casa y asegura que «es una lata porque hay que vaciarla periódicamente y por eso queremos que de una vez por todas el saneamiento elimine estos problemas».

El regidor castropolense, José Ángel Pérez, que ayer mantuvo un encuentro con la titular de Medio Ambiente, Belén Fernández, manifestó su satisfacción por el proyecto y matizó que confía en que la obra pueda arrancar en el mes de septiembre.

La mejora de la red doméstica de saneamiento incluye también la construcción de una pequeña depuradora en el entorno del polideportivo. La obra dispone de un plazo de ejecución de 22 meses.

En el encuentro con la Consejera, Pérez solicitó el desarrollo de nuevas actuaciones en materia de saneamiento. «Creo que será posible llegar a un acuerdo para que en esta legislatura se extienda la red de saneamiento a la zona baja del concejo», matizó.

Si se cumplen las previsiones, en un par de años los núcleos de Vilavedelle, San Juan de Moldes, Piñera y Las Campas dispondrían de la nueva infraestructura.

Senda en el Franco

Medio Ambiente también sacó a licitación ayer las obras de la senda verde del río Mazo, en el concejo de El Franco. La inversión asciende a 1.002.950,02 euros y el plazo de ejecución es de 32 meses.

La senda, de casi cuatro kilómetros, parte del entorno de El Chabolo, en las inmediaciones del núcleo de Arancedo, y concluye en La Rebollada. La actuación, que se espera iniciar en agosto, permitirá al concejo franquino disponer de un vial de uso ciclo-senderista y con un ancho de media de entre 1,50 y 1,80 metros. Está prevista la creación de áreas de descanso.