Navia, A. M. SERRANO

Los trabajadores de Atinar, una de las empresas del grupo Mark-Astur, que llevan dos meses sin cobrar sus nóminas después de que la compañía matriz se declarara en suspensión de pagos, amenazan con recurrir a la vía judicial en caso de que la dirección empresarial no ofrezca una salida al conflicto.

Mark-Astur ha pactado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para los empleados de Lacambola, mientras que los de la compañía matriz (también llamada Mark-Astur) esperan a que se resuelva por vía judicial el concurso de acreedores. Para los trabajdores de Atinar la situación es diferente. Sus casi 40 empleados esperan una reunión con los representantes legales de la empresa para acordar una solución.

Al igual que el resto de sus compañeros, los trabajadores de Atinar (empresa de limpieza industrial) no cobran su salario desde noviembre. Aunque la empresa declaró que esta compañía solamente estaba afectada por retrasos, sus empleados empiezan a perder la calma. Ante la ausencia de un posible expediente de regulación de empleo, que llevaría a parte de la plantilla al paro, algunos trabajadores podrían recurrir a un juez que, ante el incumplimiento por parte del empresario y a petición del propio empleado, pudiera resolver la resolución del contrato laboral. En todo caso, esperarán a que concluya enero para materializar su amenaza.

La empresa Mark-Astur es la segunda compañía de construcción más importante del Occidente y emplea a unos 170 trabajadores. Sus problemas de liquidez se conocieron a mediados del pasado diciembre, cuando los empleados advirtieron problemas en el pago de sus nóminas. Los sindicatos abogaron entonces por un ERE para las compañías, dados sus problemas de liquidez.