Navia, A. M. SERRANO

La Asociación de Empresarios del Transporte y Aparcamientos de Asturias (Asetra) ha solicitado al Ayuntamiento de Navia flexibilidad en la aplicación de la nueva normativa que permite la circulación de camiones pesados por el casco urbano. El colectivo de empresarios tilda de «insuficientes» las medidas acordadas por el Ayuntamiento para facilitar su trabajo, y en un escrito enviado al Consistorio naviego solicita aclarar la situación de los transportistas que abastecen la villa.

El gobierno local había llegado a un preacuerdo con el colectivo para que los trabajadores del transporte pudieran hacer su trabajo sin verse afectados en demasía por la restricción, pero parece que la satisfacción por ambas parte tarda en llegar. Asetra asegura que «acoge de buen agrado» la ampliación de las zonas de carga y descarga y la ampliación de la franja horaria para la realización de sus labores, ambas medidas adoptadas por el gobierno local, pero también se queja de que la solución a otros problemas planteados «no es aumentar de 3.500 kilos a 5.500 la tara de los camiones que tienen prohibido el acceso al casco urbano». «La mayor parte de los vehículos ligeros no exceden de 3.500 kilos y, sin embargo, se mantiene la prohibición a la mayor parte de los vehículos que abastecen la localidad en distintas franjas horarias», explican los representantes de los transportistas.

La decisión del Ayuntamiento de restringir el paso de camiones por la travesía ha sido histórica y es muy defendida por el alcalde naviego, Ignacio García Palacios. Éste ha manifestado su total acuerdo con la medida, que evita el constante paso de vehículos pesados por el centro de la capital del concejo. Sólo con el trasiego de aquellos que se dirigen a la planta de celulosa de Ence, se estima que la villa soportaba el paso de 80 camiones diarios.

Sin embargo, la medida no es aceptada en su totalidad por los representantes de los transportistas, que si bien entendieron en un primer momento la decisión municipal, en más de dos ocasiones se han dirigido a la administración local para arbitrar medidas y permitir el abastecimiento a la villa con la normalidad que se hacía antes de prohibir el paso de camiones.