Salas,

Lorena VALDÉS

Ni un almacén de libros, ni una sala de castigo. La biblioteca del instituto Arzobispo Valdés-Salas de la capital sálense es un espacio vivo que ha logrado en la última década, gracias al desarrollo de un nutrido programa de actividades, fomentar la lectura entre los jóvenes, de una forma dinámica. Esta biblioteca, donde el silencio y el murmullo se llevan bien, acaba de ser galardonada por el Ministerio de Educación con el segundo premio del concurso nacional de buenas prácticas de las bibliotecas, dotado con 10.000 euros. La celebración de efemérides, torneos de ajedrez, el recuerdo a personajes ilustres, los concursos relacionados con los libros, la creación del Fondo Documental, videoteca, cedeteca y hemeroteca comarcal y los propios servicios que presta la biblioteca han sido algunas de las cuestiones por las que el jurado ha concedido el galardón al centro.

Cada 14 de febrero, día de San Valentín, los alumnos del Instituto de Salas decoran la biblioteca del centro con motivos románticos y leen o escriben poemas. Éste es uno de las muchos anzuelos que los profesores lanzan a los adolescentes para que «piquen» y se aficionen a la lectura. La fórmula parece que da resultado ya que a la hora del recreo son muchos los escolares que prefieren la biblioteca al patio. «Es fundamental darles libertad, tener en cuenta sus gustos literarios y no imponerles las lecturas. Recuerdo que cuando tenía 17 años me mandaron leer y hacer una trabajo de La Regenta fui incapaz y al final terminé copiando y eso que por aquel entonces no existía internet. Después me leí el libro con 34 años y lo disfruté al máximo. Todo tiene una edad», afirma Ángel de La Fuente, director del instituto.

De la Fuente y el equipo de profesores se muestran molestos con la supresión de horas lectivas en la biblioteca llevada a cabo por la Consejería de Educación con el argumento de contener el gasto público. «No es de recibo y máxime con un instituto como el nuestro en el que el profesorado está trabajando en sus horas libres para prestar el mejor servicio a la comunidad educativa», explican.

A pesar de las dificultades, el instituto ya tiene nuevos planes para seguir dinamizando su biblioteca. El próximo proyecto que se llevará a cabo será la recopilación de recetas de cocina, cantares, coplas y refranes de la comarca en las casas de los alumnos. «Es una forma de implicar a las familias, que en la zona rural tienen poca cultura de participación en esta iniciativa», asegura el director.

El centro destinará los 10.000 euros del premio a la mejora de equipamiento de la biblioteca y habilitará un espacio contiguo para la custodia de materiales, fondos bibliográficos, decoración. Además, se modificará el blog para que sea más atractivo y facilitar su manejo. En Salas las nuevas tecnologías conviven con los soportes más tradicionales.