Navia,

T. CASCUDO

El comité de empresa de la factoría naviega de Ence ha optado por desconvocar las dos jornadas de huelga previstas para esta semana. Los representantes de la plantilla convocaron los paros para hacer notorio su malestar ante los reiterados «incumplimientos» de la empresa en algunos de los puntos incluidos en el convenio colectivo y también por sus intentos por reducir la plantilla. No obstante, trabajadores y responsables de la empresa han llegado a un acuerdo de mínimos con lo que, por el momento, sigue la normalidad en la planta, una de las principales empresas del noroccidente.

La empresa cuenta con una plantilla de unos 310 trabajadores, un número justo según la visión del comité de empresa. «Es insuficiente, pero es la eterna discusión con la empresa. Estimamos que hay trabajos que están saturados, pero la empresa siempre recorta al máximo. A pesar de que el año pasado tuvimos 41 millones de euros de beneficio, está tomando la línea de recortar plantilla y, en algunos casos, sin tener en cuenta las consecuencias», explica el presidente del comité, Javier Rodríguez.

Los portavoces de la plantilla consideran que haría falta una veintena de empleados más, sobre todo para reforzar algunos departamentos, como el de mantenimiento y el de energía. Pero sobre todo, insisten en que lo importante es «que se cumplan al menos los acuerdos establecidos». En este sentido, uno de los detonantes de la convocatoria de huelga fue el hecho de que la empresa dejó de abonar las horas extras en concepto de incentivo.

En la planta, explica Rodríguez, hay dos posibilidades para aumentar la jornada: bien realizar horas extras, bien optar por el incentivo que es ampliar la jornada. Pues bien, la empresa retiró esta segunda posibilidad de manera unilateral y, además, no abonó el incentivo de febrero a los empleados. «Fue uno de los detonantes de la huelga. Pero ahora la empresa ya abonó el atraso y a partir de ahora se ha comprometido a seguir pagándolo», indica Rodríguez.

Otro caballo de batalla es el de la plantilla de interinos que hace un año acordaron el comité de empresa y los representantes de Ence. Se trata de un refuerzo eventual de una docena de trabajadores que el comité de empresa considera «absolutamente necesario, sobre todo en la parte de calderas, donde el trabajo es muy penoso».

El acuerdo alcanzado estos días también pasa por evitar que Ence suprima tres o cuatro plazas que han quedado vacantes. «La empresa quería amortizarlas y parece ser que ahora se van a cubrir», añade Rodríguez.

Con estos compromisos el comité de empresa de la productora de pasta de papel da por zanjado este nuevo conflicto y confía en que mejore el clima laboral en la planta.