Santa Marina (Cudillero),

Sara ARIAS

Un primer paso con vistas al futuro. Así define Amalio Fernández la puesta en marcha del proyecto «Asga Pastos» que posibilita el uso de las fincas cercanas a la Turbera de Dueñas, en Cudillero, por los ganaderos de la asociación «Asga 2001», de la cual es miembro. «En la asociación tenemos más ideas en mente, como colocar una máquina expendedora de leche en Cudillero, pero iremos poco a poco, ya se verá», comenta.

Mientras tanto, disfruta del empleo de las 18 hectáreas de las que disponen en Villademar, donde cinco explotaciones ganaderas de leche mantienen a 30 novillas preñadas. Tener a las reses allí les supone un ahorro de costes de producción porque «tienen alimento en los pastos». Máxime cuando este año, debido a la sequía estival, han tenido que tirar de forrajes para alimentar a los animales y han sufrido varias subidas en el precio del pienso, un 7 por ciento en julio «y otro tanto con el IVA en septiembre», detalla.

De todas formas, el ganadero explica que «no es tanto el ahorro como el trabajo que nos quita». Mantener a las novillas en Villademar les evita el trabajo que supone tenerlas en la cuadra, donde han de estar todo el día pendientes de ellas, alimentarlas y limpiar los purines. Una mejora de la calidad de vida que se agradece. Además, la operación no sólo supone un beneficio para los ganaderos, sino que «la calidad física de las novillas es mejor y la de la leche por descontado, porque si están sanas la leche es mejor».

Para el mantenimiento y cuidado de las reses han elaborado un calendario. Cada semana uno de los ganaderos se encarga de acudir a diario a visitar a las novillas y comprobar que se encuentran en perfecto estado, que el pastor que circunda el terreno funciona y que no les falte agua. Un sistema que, a jucio de Fernández, «funciona bien».

El plan de utilizar los 250.000 metros cuadrados de los terrenos cedidos al Ayuntamiento de Cudillero por la empresa Anjoca surgió porque «nos rondaba en la cabeza la idea utilizar terrenos municipales desde hacía tiempo y al ver que tenían esos terrenos en barbecho y matorral decidimos preguntar si nos lo cedían», recuerda. Así, el Consistorio les ha transferido las tierras de Villademar por diez años y de esa forma crearon «Asga Pastos».

Los terrenos de Villademar rondan las 25 hectáreas, aunque de momento «Asga Pastos» sólo aprovecha 18. El objetivo es ampliarlo, «podría entrar más ganado, entre 50 y 60 novillas, pero para ello debemos limpiar y desbrozar toda la finca».

Fernández sabe «de más ganaderos que están interesados» en el uso de pastos comunales, por lo que el plan perfecto sería «poder disponer de más terreno y ampliarlo a más ganaderos de la zona». El problema con el que se encuentran es que en la zona de la costa, a donde pertenecen los ganaderos de «Asga 2011», no hay muchos terrenos municipales que se puedan emplear aunque «lo que haya intentaríamos cogerlo», manifiesta.

En las zonas altas del municipio, en las brañas vaqueiras que lindan con Salas y Valdés «sí que hay más pastos que ya usan los vaqueiros, pero desde luego no es nuestra intención reclamar nada allí», afirma.

De los nuevos cambios que saldrán de Bruselas con la reforma de la Política Agraria Común (PAC), Fernández espera que Asturias pueda imponer sus exigencias en las negociaciones: «Sería bueno, si lo hacen bien es un paso muy importante», opina. Aunque reconoce que están preocupados. «De la PAC depende el sustento del ganadero, con ella pagas cosinas que debes; si nos la quitan o la rebajan supondría el cierre», declara. El ganadero pixueto considera que «tienen que pagar por vaca, por unidad de producción, y no por terreno porque Asturias es tierra de minifundios, no tenemos grandes extensiones de terreno como en Francia».

En ese sentido, lo bueno de los terrenos de Villademar es que les suman hectáreas para el cobro de las subvenciones europeas. Pero aún les quedan asuntos que reclamar. El precio de la leche es quizá su mayor prioridad: «la pagan a 30 céntimos de euro como media e incluso a algo menos, el precio de la leche debe subir para poder mantener el sector». También plantea reducir el precio de los forrajes: «Si no mejora el precio este negocio no es viable». De momento, en Villademar se quitan un peso de encima.