Castropol,

T. CASCUDO

Ni el PP ni Foro Asturias comprenden por qué el Principado autorizó en 2007 la compra de A Cabanada por 1,2 millones de euros sin que existiera previamente un proyecto de actuación. El caso es que el caserío, con 100 hectáreas de terreno, es, desde hace cinco años, propiedad del Principado, que carece de planes para la rehabilitación de los dos principales inmuebles que alberga: la ferrería y el caserón, levantados a principios del siglo XIX. Ambos acusan un importante deterioro y requieren una actuación urgente que impida su ruina.

El presidente y concejal del PP de Castropol, Álvaro Queipo, asegura que esta situación es «un ejemplo claro de la política seguida a lo largo de los años por el PSOE, también llamada política de los sobrecostes». Los populares, que suman tres ediles en la corporación castropolense, se oponen a que la propiedad pase a manos municipales, algo que persigue el Ayuntamiento con el fin de impulsar un pequeño proyecto de uso y mantenimiento del espacio.

«Ahora que el Principado no se ocupa de sus tareas, el muerto pasará al Ayuntamiento, que no tiene dinero para este tipo de proyectos y sólo podrá hacer una pequeña actuación que terminará siendo una chapuza», añade Queipo. El PP exige al Principado que «cumpla con lo prometido» y manifiesta su total oposición a que la propiedad se transfiera al Consistorio porque, sostiene, «no podemos afrontar este proyecto solos».

El PP critica también las declaraciones del regidor en referencia a la falta de valor arquitectónico del caserón que en 1860 mandó levantar Domingo Vázquez Villamil: «¿Cómo puede ser que se hayan gastado 1,2 millones de euros en algo que, según el Alcalde, no tiene valor arquitectónico?», se pregunta el popular Queipo. Por su parte, Foro Asturias tampoco comprende el modo de actuar del ejecutivo socialista. Su portavoz, Jaime Pérez-Magdalena, destaca que la compra de A Cabanada se produjo pocos meses después de la venta del complejo de Sestelo por 985.980 euros a un inversor privado.

Pérez-Magdalena no acierta a comprender por qué el Principado se deshizo de Sestelo, un inmueble en cuya rehabilitación se invirtió un buen montante de dinero público y, en cambio, se adquirió una propiedad en ruinas. «Lo de A Cabanada fue un dinero tirado y nunca hubo un proyecto. Lo normal es tener un plan previo antes de comprar», matiza el portavoz de Foro.

El edil forista plantea que se aprovechen parte de los beneficios que genera el recién instalado parque eólico de El Candal en el acondicionamiento de A Cabanada. «No sé si sería rentable, pero es una solución», indica.

La propiedad de A Cabanada fue en el siglo XIX una de las más prósperas de la comarca. El caserío se ubica en el corazón de la montaña castropolense y muy cerca de uno de sus tesoros naturales, las cascadas de El Cioyo. Por eso, la compra del complejo en 2007 se contempló como una oportunidad para impulsar el turismo en el interior del concejo.