Luarca (Valdés), A. M. SERRANO

La foca gris rescatada el pasado domingo en Gijón evoluciona bien y ha superado los primeros días lejos del mar y al cuidado de humanos. Y ya tiene nombre: «Playu» (es un macho), en referencia a los gijoneses, explica el gerente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especias Marinas (Cepesma), Luis Laria.

La foca fue rescatada en la playa de San Lorenzo, cerca de la Iglesia de San Pedro. Tenía hipotermia y, según Luis Laria, de no haber sido rescatada hubiera muerto. Empezó a comer el lunes, pero mediante una sonda. Ayer ya comía peces por sí misma. El animal, más delgado de lo normal (pesa 11 kilos cuando debería estar en 15 o 16) para su edad (dos meses) y su complexión, pasará ahora a una piscina del centro de Cepesma. Cuando los voluntarios y el personal especialista de la Coordinadora lo consideren oportuno volverá al mar.

Un vecino de Gijón alertó a la Policía Nacional del apuro que estaba pasando la foca, ahora «Playu», cerca de la costa.