Son tan sólo diecinueve vecinos, pero ayer en La Arquera (Malleza) creció la familia a un ritmo vertiginoso. Muchas personas se acercaron hasta la localidad salense para contemplar, un año más, la belleza de su Virgen, la de la Soledad, en el último día de fiestas. Con los sentimientos a flor de piel y siguiendo el sonido de la gaita, los congregados arroparon ayer a la imagen en su tradicional procesión por los alrededores del nuevo centro social, para a continuación asistir a la celebración de una emotiva misa que consiguió abarrotar la carpa instalada para la ocasión.

«Para nosotros es un día muy importante y bonito, porque acompañamos a nuestra Virgen y es el momento que tenemos para reunirnos con el resto de amigos del concejo», señaló, entre la marea popular, María Victoria García. Y es que los vecinos de La Arquera viven con especial devoción estas fiestas, que, aunque pequeñas, son para todos ellos las más grandes de Asturias. «Estoy encantada. Además, hoy (por ayer) ha venido mucha gente y eso presta», aseguró María Josefa Rubio, junto a su amiga María Luisa Rodríguez, antes de comenzar la fartura en una gran parrillada y participar en la carrera de burros, organizada por la asociación «Los Picos», de Malleza y Mallecina.

Esta entidad vecinal, con José de Arango a la cabeza desde hace ocho años, es precisamente la que hace posible que La Arquera se haga grande por sus fiestas. Y eso es algo que tienen muy presente los vecinos. «Si no fuera por la asociación no podríamos disfrutar de este día. Están haciendo muchas cosas por el pueblo», afirmó María Victoria García. Y vaya si se hicieron. Empezando por el centro social, que ocupa hoy el edificio de las antiguas escuelas.

«Está todo nuevo e incluso en su interior tenemos hasta una biblioteca, gracias a LA NUEVA ESPAÑA», dijo, con orgullo, José de Arango. Y no es para menos, ya que este hombre ha trabajado siempre duro por el concejo de Salas. Pero fruto de este esfuerzo también puede presumir ahora de tener más de 200 socios en la asociación. Y eso teniendo en cuenta «que hace ocho años eran tan sólo diecinueve», subrayó.