En el día del árbol, Navelgas no podía olvidarse de uno de sus mayores defensores de la naturaleza. Así que alumnos, profesores y directivos del colegio de Navelgas rindieron ayer homenaje a Manuel Martínez, conocido por todos como "Manolo Pancho" y fallecido recientemente. Un hombre que trabajó como guarda forestal toda su vida, hasta su jubilación, y que fue uno de los pioneros de esta celebración de las especies vegetales. El hijo de Manolo Pancho, visiblemente emocionado, recibió una placa como recuerdo.
Fue el colofón perfecto a una jornada de concienciación medioambiental que esta vez no se quedó en la plantación de árboles, algo que hicieron los más de 80 alumnos del colegio de buena mañana. Para hacer la ocasión más especial, el centro educativo quiso unir dos conceptos, el cuidado del entorno natural y la formación humana. Lo hizo en un solo monumento: se trata de un árbol, forjado en metal por el artista local Cesar Castaño, de cuyas ramas cuelgan las hojas, de cerámica, realizadas por los niños del colegio y que llevan escritos los derechos de la infancia.
De esta forma, gracias al trabajo realizado por el Plan de la Infancia municipal y del propio centro, se simboliza la unión entre el medio ambiente, los árboles, y la educación y los derechos de los niños, que son quienes habrán de proteger ese medio ambiente el día de mañana.
La colocación de las hojas de cerámica en el esqueleto del árbol fue el acto central de la celebración del XXIV Día del Árbol en Navelgas.
A la jornada educativa acudieron autoridades como el director general de Política Forestal, José Antonio Ferrera; el presidente de UNICEF en Asturias, Ángel Naval, y el alcalde de Tineo, José Ramón Feito.
Este día del árbol de Navelgas es una de las fechas más queridas por el pueblo y por los niños del centro escolar, pues define, desde hace veinticuatro años, el interés de todos por mantener la riqueza del pueblo.
