Primero los castreños, y tras el proceso de romanización, los romanos. Todos se encargaron de explotar el codiciado oro que guarda bajo tierra el entorno de Tapia de Casariego, y el Occidente asturiano en su conjunto. Vestigios de ello son las lagunas de Silva, donde aún se pueden contemplar los canales, excavaciones y taludes que los romanos, con mano de obra local, realizaron en pos de conseguir el dorado metal.
En ese entorno natural, y sobre el terreno, los jóvenes Jesús Fernández y Sergio Maseda, dos apasionados del estudio del pasado e impulsores de la recién creada asociación Amigos de la Historia de Tapia, ofrecieron ayer una clase magistral a una audiencia de treinta personas que no se quisieron perder la primera actividad del grupo. Jesús Fernández detalló cómo los romanos utilizaban el agua embalsada, tras haber sido transportada por más de 10 kilómetros de canales, para derrumbar las rocas de las montañas, y de ahí extraer el material. Maseda puntualizó que también "se utilizaba fuego, vinagre y sal" para socavar la montaña.
La ruta histórica, no obstante, incluyó también los yacimientos castreños del este de Tapia. "Está el del Toxal, que es un lugar en el olvido, no todo el mundo sabe que hay un castro", afirma Fernández. Además se visitaron los otros poblados cercanos a las minas, como son los de Castreda y Castedo. "Todo el Occidente asturiano tiene un montón de yacimientos castreños, de la Edad del Bronce y del Hierro, ocupados muchas veces por los romanos en siglos posteriores", relató Jesús Fernández. " Y hay que entender todo el conjunto de minas del Occidente, no sólo las que tenemos aquí en Tapia", añadió.
Una iniciativa, la de esta primera ruta histórica, muy bien acogida por vecinos y visitantes, que atendieron con interés las diversas, y completas, explicaciones. "Me parece una actividad interesante. Es muy importante conocer todos los restos arqueológicos que tenemos en la zona. La pena es que no haya más gente joven que lo conozca y se pueda transmitir de generación en generación", explicó Ángel González, que subrayó la importancia de "conocer nuestros orígenes".
