Las manos de la repostera naviega María Eugenia Fernández Doval han creado, un año más, la venera que pasa por ser la "más grande del mundo", con fines solidarios. En la tarde de mañana, en el parque Alfonso Iglesias, se repartirá para recaudar fondos para Manos Unidas. "La mayor venera del mundo será para los que más sed tienen", asegura la autora, en referencia al proyecto solidario de este año.
Esta venera, realizada al estilo tradicional del postre típico de Navia, asombra por sus dimensiones; consta de más de trescientos roscos, para los que son necesarios diez kilos de almendra, siete y medio de azúcar y 45 huevos. A todo ello hay que sumar las hora de trabajo, que la repostera dedica "encantada".
En esta ocasión, el proyecto solidario con el que se ha comprometido el grupo de Manos Unidas en Navia es la construcción de dos pozos de agua potable, así como la protección de cinco manantiales. Eso hará posible el acceso al agua potable de más de 30.000 personas, con lo que se podría frenar el avance de múltiples enfermedades. Se trata de una región en la que la mitad de las familias vive bajo el umbral de la pobreza, lo que provoca que la población consuma agua contaminada.
María Eugenia Fernández Doval quiere animar a todo el mundo a que participe en esta fiesta , en la que colabora la hostelería y el comercio de la villa. El pasado año el éxito fue rotundo: "La venera duró cuarenta y cinco minutos", afirma la repostera. Habrá, además del postre típico naviego, empanadas y tortillas,
