Artistas y críticos de arte ven exagerada la polémica suscitada estos días por el supuesto contenido sexista de la obra "Queso de mujer", que se expone en la capital valdesana por ser una de las finalistas del Certamen Nacional de Arte de Luarca (CNAL). Los representantes del mundo del arte consultados por LA NUEVA ESPAÑA rechazan cualquier censura y apelan a la provocación como una de las funciones del producto artístico.
La obra, que reproduce un envase de quesitos en cuya etiqueta aparece una mujer desnuda a cuatro patas bajo el título "Queso de mujer", ha producido malestar en el equipo de gobierno de Valdés por el empleo de "elementos contrarios a la igualdad de género". En este sentido, el Consistorio ha anunciado un cambio en las bases del concurso para evitar que de aquí en adelante las obras presenten imágenes discriminatorias o estereotipadas de las mujeres.
Sobre esta polémica el artista y profesor boalés Ricardo Mojardín considera que "es un error valorar cualquier actitud artística en el contexto de una opinión general del mundo real", pues si así fuera el arte "no avanzaría y sería algo anquilosado". Mojardín, que estos días muestra su obra en la sala de exposiciones franquina de As Quintas, explica que "una de las obligaciones del arte es buscar nuevas interpretaciones, provocar y abrir caminos" y, por lo tanto, al artista "no se le pueden cortar las alas por no ser políticamente correcto".
Para Mojardín, los controles de lo políticamente correcto no se pueden aplicar al mundo del arte y considera que la sociedad "se pasa de la raya con ciertos escándalos gratuitos". El artista boalés entiende que a quien le moleste una obra de arte debería de mirar para otro lado y no censurarla. En el mismo sentido se expresa la también artista riosellana Consuelo Vallina al afirmar que el creador "debe de tener toda la libertad del mundo para hacer lo que le parezca". Vallina rechaza la censura y entiende que los autores del trabajo pudieron plantearlo precisamente para abrir el debate sobre el uso que se da a la imagen de la mujer.
El pintor y diseñador gráfico tapiego José Trelles coincide con sus colegas en que "una de las propuestas del arte es la de crear desconcierto". Trelles, que califica de "anecdótica" la polémica generada, considera que la obra "Queso de mujer" plantea un concepto antiguo como es el de descontextualizar un objeto para provocar y desconcertar al público. También lo deja en anécdota el crítico de arte Luis Feás al entender que "no hay que darle más vueltas" al asunto.
Este periódico ha tratado sin éxito de contactar con la autora o autoras de "Queso de mujer" -firman bajo el pseudónimo Pataqué- para que expliquen el sentido y objetivo de esta propuesta artística. En su perfil público en la red social Facebook se hacen eco de la noticia publicada por LA NUEVA ESPAÑA del sábado 8 de agosto y responden a comentarios de usuarios precisando que nunca pensaron que se las iba a acusar de sexistas, algo, añaden, muy alejado de la realidad. Su propuesta artística podría alinearse con la corriente del antiespecismo, una línea de pensamiento que lucha contra la discriminación de las demás especies animales, como se desprende de otras obras colgadas en el blog del colectivo.
