El vino de Cangas es presente y futuro, pero también, y sobre todo, es pasado. La sólida tradición sobre la que se asienta el trabajo de los viticultores cangueses recibió ayer un reconocimiento doble por parte de un colectivo que quiere hacer memoria para mirar con esperanzas hacia adelante. "Se puede aprender de los errores que se cometieron en el pasado y de los aciertos que se tuvieron", señaló Juan Manuel Redondo, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Vino de Calidad de Cangas durante la Fiesta de la Vendimia.

Este organismo entregó el galardón "Uva Verde" a la Sociedad Canguesa de Amantes del País Tous pa Tous, por su trabajo de documentación y difusión de la historia de los caldos y de sus productores, y el premio al Artesano Mayor del Vino, a título póstumo, a Santiago Monteserín, "Santiaguín el de Llamas", representante del "arquetipo del viticultor cangués", como se señaló durante el acto.

Tous pa Tous lleva ocho años recopilando todo tipo de documentación, gráfica y escrita, sobre las raíces del vino en el Suroccidente de Asturias. El resultado de esta labor desinteresada es una página web donde el colectivo difunde una buena cantidad de material en forma de artículos y documentos digitalizados. Los más antiguos datan del siglo XVIII, y son, por ejemplo, anotaciones precisas del crecimiento de la uva, una relación de las enfermedades que atacaban a las viñas y consejos para tratarlas, y una gran cantidad de fotografías de la vendimia. El éxito de la iniciativa ha sido tal que están trabajando en crear una nueva página más potente que absorba la gran cantidad de visitas que reciben.

"Esperamos que sigan con esta labor de recuperación, resaltando esa historia en muchos casos olvidada, y de la que podemos aprender mucho", afirmó Redondo. Benito Álvarez Pereda, tesorero de Tous pa Tous, recogió la distinción, y aseveró que "es importante conocer la historia para saber dónde estamos y dónde queremos ir. El vino de Cangas está a la altura de lo que hace muchos siglos estuvo". Resaltó, además, el trabajo que se realiza en el municipio, lo que propicia "una producción de gran calidad".

Luis Monteserín, hijo de Santiago, continúa junto a su familia trabajando las viñas que legó su padre, una herencia de sus antepasados. "Dedicó toda su vida a la viña; nosotros intentamos seguir su legado, mantenerlo con vida", reconoció Luis al recoger la distinción entregada a su padre. "Santiaguín el de Llamas" se convirtió, en los años ochenta, en uno de los primeros viticultores en "exportar" el vino de la tierra a otros puntos de la región.

"Queremos potenciar ese apartado más cultural que tiene el vino", explicó Juan Manuel Redondo, que no dudó en calificar la decimocuarta Fiesta de la Vendimia como "un rotundo éxito". La recogida de la uva propiamente dicha, indicó el presidente de la DOP, está actualmente en un ochenta por ciento, ya que aún quedan en el viñedo las variedades más atrasadas, como el carrasquín. Los productores están satisfechos porque el tiempo está acompañando y la cosecha apunta buenas maneras.

La tercera jornada de las dedicadas a la vendimia trató de ir más allá de la degustación del producto. A través de charlas, ponencias y documentales se ahondó en un elemento tan identificativo como el cachu, el recipiente de madera que se utiliza para degustar el vino cangués. También se impartieron catas y conferencias sobre la influencia de la química en el resultado final de los vinos en el paladar.

Las calles de Cangas del Narcea rebosaron ayer de público deseoso de disfrutar de una cita que cada año atrae a más gente, y que se ha consolidado en el calendario festivo de la comarca. No en vano, todas las actividades programadas disfrutaron de una alta participación, y muy pocos se quedaron sin probar el vino de Cangas.

Las actividades dentro del programa de la Fiesta de la Vendimia tendrán continuidad en la jornada de hoy, último día de celebración. De once de la mañana a dos de la tarde, el Museo del Vino de Cangas ofrece entrada libre. A mediodía se disputa la segunda carrera popular a favor de la lucha contra el cáncer. Las inscripciones, de seis euros, están abiertas desde las diez de la mañana en el Ayuntamiento). A la una de la tarde se ofrecerá una cata popular, organizada por la DOP, con un coste de 3 euros y un máximo de veinte plazas.