Agentes de Vigilancia Pesquera de Luarca detuvieron en la madrugada del sábado a un vecino de Candás con seis kilos de percebe. El furtivo faenaba en un horario no permitido por la administración cerca de la costa de Penarronda, en el concejo de Castropol, cuando fue sorprendido por los agentes. La autoridad intervino los crustáceos y todo el material necesario para la pesca que llevaba, como el traje de neopreno y los utensilios con los que se capturan los percebes.

No fue la única intervención de Vigilancia Pesquera de Luarca en los últimos días. El miércoles, el mismo equipo decomisó percebes a un hombre que faenaba sin licencia en La Llana, en el concejo de Cudillero.

Los últimos cambios en el Código Penal castigan con más dureza este tipo de conductas. El furtivismo, es decir, marisquear sin autorización, es un delito que puede ser condenado con hasta dos años de cárcel.