Compagina su trabajo como profesor en un colegio público de Valdés con el de alcalde, y Simón Guardado dice que es posible afrontar ambos retos si se cuida de la organización diaria. Desde el pasado junio, él y su partido, el PSOE, gobiernan con solvencia en Valdés gracias al apoyo del único concejal de Izquierda Unida. En estos meses, ha tenido que enfrentarse a alguna discrepancia con su socio de gobierno y también a una polémica sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que condena al Ayuntamiento y a la concejala de Servicios Sociales, Ángeles Rodríguez, por vulnerar la integridad psíquica y física de un trabajador municipal.
-¿Se recurrirá o no el fallo del TSJA?
-Hemos decidido no recurrir. Queremos hablar con la parte contraria.
-¿Se forzará la dimisión de Ángeles Rodríguez? Todos los partidos con representación municipal han pedido su renuncia.
-No está sobre la mesa. Esta situación se ha producido por unas circunstancias concretas que ha vivido un departamento concreto. Le puedo decir que vamos a cumplir con la sentencia y con la ley, pero no estamos pensando en dimisiones.
-Compatibiliza su trabajo de director de un colegio público con las funciones de alcalde. ¿Puede con todo?
-Poder con todo supone dedicar muchas horas de trabajo a ambos campos. Es duro, pero también satisfactorio. Yo me siendo bien. En 32 años nunca dejé la enseñanza y para mí ser profesor, no dejar mi profesión, es muy importante. Tendría más tiempo y trabajaría de otra forma si estuviera contratado por el Ayuntamiento (liberado), pero mi lealtad hacia el colegio donde trabajo y hacia a mis compañeros no la cambio por nada. Yo me encuentro bien así, con horas de docencia y horas de política. Además, los tiempos que corren son muy complejos para ejercer la política y se necesita una vía de escape. También le diré que aquí, en el Ayuntamiento, tengo un muy buen equipo. Hemos sabido organizarnos y no me puedo quejar del apoyo.
-¿Es un alcalde a medias?
-Para nada. Estoy en el colegio pero también en el Ayuntamiento. Dedico muchas horas a ambos trabajos. Ese es el secreto.
-Dice que corren tiempos difíciles para el político.
-La sociedad ha cambiado mucho. Hay más participación y hoy en día tienes que tener las cosas muy claras para dar los pasos. Ser político es apasionante, pero la política cambia de un día para otro. Yo creo que el 90 por ciento de las personas que se dedican a esto son gente honrada, gente a la que le gusta lo que hace por su pueblo o por su comunidad. A pesar de ello, siempre están en entredicho, en el candelero... siempre tienen dificultades.
-¿En qué proyectos trabaja su gobierno?
-Ya estamos elaborando el presupuesto de 2016. Lo someteremos a votación en un Pleno que se celebrará antes de que finalice el año. Por lo demás, tenemos solvencia económica y podemos hacer obras. Estamos limitados, eso sí, por la regla de gasto. Pero ello no nos impide, por ejemplo, tener un plan de caminos o hacer obras en la villa gracias a una partida de 500.000 euros. Se trata de mejorar el mobiliario y atender las necesidades de Luarca, y también de Villar y Almuña. Son obras importantes, que se demandan y que se harán este año. Y para 2016 no olvidaremos a los pueblos y también estaremos presentes en la villa para afrontar todas las necesidades que surjan.
-Una plataforma ciudadana reivindica otros proyectos para Luarca. ¿Qué opina de estas iniciativas? De momento, recogen firmas para que se remodele el parque del Ayuntamiento.
-Es bueno que el ciudadano participe, que pida. Eso está muy bien, es estupendo. Pero tenemos que tener perspectiva para exigir cosas. Por ejemplo, es cierto que se demandan cambios en el parque. Pero no estamos en los años sesenta. Es decir, no rechazo remodelar la plaza, pero se deben tener en cuenta, por ejemplo, las opiniones de todos los afectados. Sin ir más lejos, de los comerciantes. Valoramos las aportaciones ciudadanas, pero estos movimientos deben tener presente que tiene que existir consenso y que trabajamos para todos.
-El Museo del Calamar Gigante sigue sin proyecto. ¿Qué opina?
-La obra no es competencia del Ayuntamiento. Como alcalde, me he reunido con la Consejera de Fomento y le he reiterado la necesidad de volver a poner en marcha este espacio porque es cierto se han reparado todos o casi todos los daños del temporal de febrero de 2014 menos el Museo del Calamar Gigante. Esperamos una respuesta.
-¿Que ocurre con el recinto ferial de Otur? ¿Habrá feria de muestras el próximo año?
-Espero que sí. La idea es recuperar ese encuentro comercial cuanto antes.
-La plaza de abastos está reformada, pero cerrada. ¿Qué ocurre?
-Hemos adjudicado una nueva obra para concluir la primera. Es decir, todo está en marcha. Lo que ocurre es que no podemos saltarnos los plazos ni los tiempos. Llegará su apertura.
-El cine Goya también está reformado y cerrado.
-Estamos trabajando en ello. Queremos acabar todo lo que se ha empezado, pero necesitamos más tiempo. A veces tenemos que esperar, que concretar proyectos, que hablar con otras administraciones para poder llevar algo a buen término. Es así como funciona la administración pública. No estamos inventando nada.
-¿Está satisfecho con el trabajo de su equipo?
-Sí. La fuerza de este gobierno es el diálogo. Planificamos juntos cada semana.
