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"Los vecinos de Cerredo tienen prioridad absoluta", afirma el propietario de la mina

Cachero alega que la empresa pasa por "verdaderas dificultades" para pedir "cordura" a la gente del pueblo, que decide mañana si sigue la actividad

La mina a cielo abierto de Cerredo, sobre cuya continuidad deben decidir los vecinos de la parroquia. DEMELSA ÁLVAREZ

"La gente de Cerredo, desde el principio, es la que tiene prioridad absoluta en las contrataciones. Entrarán en la mina cuando se pueda, pero ahora no es el momento". El empresario ovetense Rodolfo Cachero Pereda, propietario de la Compañía Minera Astur-Leonesa, expresa de esta forma la postura de su empresa, que gestiona la mina a cielo abierto de Cerredo.

Cachero responde a la principal petición de los vecinos de la parroquia, que exigen más contrataciones para los habitantes de la zona a cambio del permiso necesario para continuar con la actividad en el yacimiento del Suroccidente más allá del día 22.

"Nosotros siempre hemos mantenido lo mismo, que cuando necesitásemos gente, elegiríamos a la de Cerredo", señala el empresario, que niega haber roto ese compromiso desde que se hizo cargo de la mina, hace un año. Reconoce que en la actualidad no se llevan a cabo nuevos contratos, pero lo justifica describiendo la situación de dificultades que está atravesando la firma: "Estamos en una situación que no es la que esperábamos. Hemos podido ir vendiendo el carbón, pero no todo el que uno quisiera. Además, tenemos sin cobrar ayudas de las de 2014, y un largo etcétera de problemas", señala el empresario, que no duda en calificar el momento como "de verdaderas dificultades".

A pesar de este cúmulo de circunstancias, subraya Cachero, "se seguirá contratando a la gente de allí, pero cuando se pueda, no cuando se quiera", recalca. El diálogo permanece abierto, pero, incide el empresario, "todo está negociado, ya se les ha dicho esto a los vecinos".

A pesar de todo, el empresario deja abierta una puerta a la esperanza. "Habrá un montón de prejubilaciones, y en ese momento se irá incorporando gente. No ahora mismo, posiblemente en los primeros meses del año próximo". Febrero es la fecha más probable, apunta, para que se comience de nuevo a contratar a vecinos de Cerredo.

Ante el posible cierre de la mina, que llegaría si los vecinos deciden no prorrogar el permiso, Rodolfo Cachero se muestra resignado. "Todo depende de ellos. Si lo que quieren es cerrar el único medio de trabajo de la zona, ellos mismos. En este caso, no puedo pensar por los demás, ni puedo decidir por los vecinos", asegura. Eso sí, pide que en la toma de una decisión de tal trascendencia "haya un poco de cordura y de sentido común", puesto que "las cosas son como son, y no como uno querría".

Vecinos y empresa retoman hoy las negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo. Mañana, a las seis de la tarde, se celebrará el concejo abierto, mediante el cual la parroquia de Cerredo, propietaria del monte de utilidad pública donde se asienta el cielo abierto, decide si renueva, o no, el permiso de ocupación para la actividad minera, que expira el próximo día 22.

La parroquia ha apurado el plazo hasta el final, puesto que es este viernes, día 11, cuando debe comunicar su decisión a la Administración regional. Los vecinos habían pedido una ampliación del plazo para estudiar bien el asunto antes de tomar la decisión.

Si no logra el visto bueno de los vecinos, y no se prorroga por tanto el derecho de ocupación, la mina se vería abocada al cese de la actividad de inmediato y al cierre de las instalaciones.

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