La estación depuradora de Navia y Coaña comenzó a construirse en abril de 2015, en las cercanías de la localidad coañesa de Foxos. Finalmente, el Principado no admitió el cambio de ubicación de la estación, tal y como pretendían tanto los vecinos como el gobierno coañés, al considerar que afectaría de forma negativa a las viviendas cercanas. Los procesos judiciales derivados, la renuncia de la anterior empresa adjudicataria y las modificaciones en el proyecto han retrasado varios años la construcción de una infraestructura demandada, que evitará, cuando entre en funcionamiento, que las aguas residuales de miles de vecinos acaben en la ría, como sucede ahora.