La asociación valdesana de Turismo Rural (Avatur) manifestó ayer su rechazo a la planta de mejillones al considerar que es un "aprovechamiento draconiano en un paraje natural protegido que debe ser respetado y protegido por políticos, empresarios y vecinos". Avatur considera que las bateas tendrían un impacto visual apreciable desde la costa y, por tanto, incompatible con el desarrollo turístico del concejo y con recursos tan importantes como la senda turística y peatonal del Cabo de Busto. "Esta ruta, que se ampliará hasta Cadavedo, es de nuestras señas de identidad turística, junto con las Hoces del Esva", señalan.

La asociación pide en este sentido al Ayuntamiento que proteja los intereses paisajísticos y turísticos del concejo. "Mientras otros concejos buscan potenciar este tipo de recursos, en Valdés parece que nos falta tiempo para estropearlos", señalan. Avatur se pregunta los motivos que han llevado al gobierno regional a dejar de lado atractivos como el Museo del Calamar Gigante y a tener amenazado de prospecciones mineras el valle de Paredes mientras apoya la instalación de esta planta.

Entre tanto, los pescadores han convocado mañana a una protesta contra la mejillonera de Luarca. Los actos empezarán a las diez de la mañana en la Casa del Mar. La asistencia es libre. Pescadores de Luarca y la cofradía de Puerto de Vega han hecho un llamamiento a la participación.