La nadadora franquina María Antonia Martínez siempre relata la anécdota vivida en La Felguera cuando los entonces Príncipes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, se desplazaron a la localidad para inaugurar la piscina de Pénjamo. Martínez, que fue la primera mujer socorrista de Asturias y una de las pioneras del país, era la monitora de natación de este centro deportivo y los Príncipes quisieron saludarla durante la ceremonia inaugural, pero rechazó la oferta por prudencia ya que no quería descuidar a los niños que tenía a su cargo. En su lugar envió a una de sus alumnas, Olga Rendueles, que entonces tenía 6 años y con la que anteayer se reencontró ante un café, varias décadas después de aquella aventura.
"Me hizo mucha ilusión la visita", relata Martínez, que no para de reencontrarse con los cientos de niños, hoy adultos, a los que enseñó a nadar a lo largo de su dilatada experiencia profesional. Rendueles, que tiene 53 años y es maestra (en la actualidad trabaja como interina en el colegio de Villayón), tiene una amiga común con María Antonia -Antonía como la conocen en el concejo franquino- y no quiso desaprovechar la ocasión de volver a saludarla y compartir los recuerdos de aquella época.
La docente asegura que apenas tiene recuerdos del día de la inauguración de las piscinas, celebrado a finales de la década de los sesenta con un multitudinario evento. "No me acuerdo de casi nada, lo que sé es lo que me contaron mi madre y mi abuela que me acompañaron ese día", explica. De hecho, Rendueles no tenía ni idea de que su encuentro con los después Reyes de España (y hoy eméritos) fue acordado sobre la marcha ante la imposibilidad de la polifacética Martínez de acercarse al palco donde estaban Don Juan y Doña Sofía. "Al final del cursillo de natación habíamos hecho un campeonato y yo gané en mi categoría, así que creí que la foto era de la entrega de las medallas", explica. Sea como fuera el caso es que aquella fotografía con los Príncipes se convirtió en la imagen del día, protagonizando las crónicas de los periódicos asturianos que cubrieron el acto.
En los noventa Rendueles estuvo dando clase en el colegio de La Caridad y trató sin éxito de saludar a la nadadora, a la que no había visto desde que estuvo de socorrista en la playa de Perlora. Le hizo llegar una copia de la foto de aquel acto en La Felguera y esta semana por fin pudieron charlar y rememorar el acontecimiento que vivieron juntas. María Antonia recuerda la enorme expectación que levantó la inauguración de las piscinas, que llevan más de un lustro cerradas a cal y canto. De hecho le tocó presidir un multitudinario desfile con todos sus alumnos que se realizó por las dependencias del centro deportivo. Guarda en su archivo la fotografía que inmortaliza el momento y donde se la ve con gesto serio, vestida con una camisa y minifalda blancas.
Preguntada por si se arrepiente de no haber saludado a los Príncipes, la nadadora tiene claro que hizo lo acertado. "Bajó alguien de protocolo a pedirme si podía subir pero dije que era imposible que sería terminar con mi vida profesional si a algún crío le pasaba algo y se caía al agua. Lo que hice estuvo bien hecho", explica la nadadora de Viavélez, que guarda muy buenos recuerdos de su época en Langreo. Martínez lamenta que las piscinas de Pénjamo estén cerradas en la actualidad y con ella coincide Rendueles: "Eran las primeras olímpicas que había por allí en la época, eran unas piscinas de campeonato".
Martínez, que el próximo octubre cumplirá 71 años, se prepara ahora para desplazarse a la localidad alicantina de Torrevieja donde a finales de mes participará en el tercer Campeonato de España Máster de Salvamento y Socorrismo. A buen seguro logra buenos resultados a juzgar por los éxitos obtenidos el año pasado en el Campeonato de Europa donde se colgó dos oros, dos platas y tres bronces.
