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La oposición se une para tumbar la norma de terrazas de Cudillero, ya en vigor

Los hosteleros se quejan de no haber podido opinar, y los vecinos, de la merma de zonas públicas en La Ribera; el PP da la callada por respuesta

Terrazas en La Ribera de Cudillero. G. GARCÍA

Apenas lleva unos días en vigor y ya ha logrado levantar ampollas entre la oposición, hosteleros y vecinos. La ordenanza municipal que regula la instalación de terrazas, aprobada recientemente por el equipo de gobierno del Partido Popular en Cudillero, no deja de recibir críticas, por ser considerada "injusta" y por no haber logrado un consenso con vecinos y hosteleros. Incluso quienes votaron a favor de la norma, Vecinos por Cudillero, han pedido la suspensión de su entrada en vigor, pidiendo modificaciones. El gobierno municipal, mientras, guarda silencio.

La nueva norma entró en vigor a finales del mes de abril. Autoriza la colocación de las terrazas únicamente en el frente de fachada de los locales. Se crean, además, zonas de seguridad en la plaza de La Marina para el acceso de servicios de emergencia como ambulancias o bomberos. También se establecen pasillos en donde no podrá haber mesas y sillas, para garantizar el paso a portales y comercios. Se pasa a cobrar por metros cuadrados, en lugar de por módulos, y, por último, se impone el uso de materiales como madera, bambú o mimbre en el mobiliario urbano, que deberá respetar unos colores determinados.

La norma salió adelante con los votos a favor del PP, Foro y Vecinos por Cudillero. Ésta última formación, sin embargo, ha registrado esta semana una petición para que se suspenda cautelarmente la aplicación de la normativa. "Su aplicación podría generar perjuicios, tanto para varios establecimientos hosteleros como para el uso público de la plaza de la Marina", señala la formación en un comunicado, que añade que "en aras de evitar agravios comparativos resulta necesario dotarse de otra normativa sobre terrazas que modifique sustancialmente los numerosos puntos que han generado los problemas detectados".

Estos problemas derivan de las quejas de los hosteleros, que argumentan que no se ha tenido en cuenta su opinión, y que la norma beneficia a unos en perjuicio de otros. Algunos vecinos también han manifestado sus quejas, al creer que se merma el espacio público para el uso comunitario.

"Se trata de una ordenanza prepotente, hecha a capricho y con la que se atienden sus propios intereses y los de sus clientes políticos", apunta Carlos Valle, edil socialista, que incide en el "enfrentamiento" que ha supuesto. En Somos, Sonia Busto señala que existen "cosas que no son de recibo, como ajustarse al frente de fachada en un sitio irregular como Cudillero", y que la norma presenta "carencias importantes".

Los grupos políticos de la oposición, en bloque, piden que se entable un diálogo con los afectados para lograr una norma "de consenso", que beneficie a hosteleros y vecinos. El PP, por su parte, no ha querido manifestarse sobre este tema.

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