En la mochila de entrenamiento de Iker Arango siempre van las botas de fútbol, las medias, los guantes de portero y, desde hace dos semanas, los libros con los deberes. Iker, que cursa sexto curso de Primaria, es uno de los seis niños inmersos en el programa educativo del Navia CF, una iniciativa pionera en la región, aún en fase experimental, que busca desarrollar conjuntamente deporte y estudio. Uno y otro se dan la mano todos los jueves en el campo de El Pardo, adonde los pequeños acuden una hora a clases extraescolares, pasan por el vestuario y sudan en el entrenamiento. Por el momento, las sensaciones de este proyecto para pequeños, familias y club no puede ser más positiva.
Desde hace un par de temporadas, el club naviego se ha propuesto fomentar la cantera, ofreciendo las mayores facilidades a los críos del entorno. En esta línea, este curso surgió la idea de reforzar el trabajo sobre el césped con la dedicación a los libros. José Carlos Álvarez, director deportivo del club, explica que la propuesta nace de fijarse en lo que los clubes de nivel profesional ofrecen a los pequeños deportistas.
"Muchas veces, a los entrenadores se nos llena la boca con frases sobre potenciar la formación y la educación, pero en la práctica no se llevan a cabo, y no se hace nada para apoyar en este aspecto", apunta Álvarez, que señala que "contando con que disponíamos de instalaciones adecuadas, nos decidimos a ofrecer esta posibilidad, unas clases de apoyo antes de los entrenamientos". La propuesta fue trasladada a Juanra Iglesias, que regenta una academia en la villa. Desde el primer momento hubo entendimiento para que la iniciativa se convirtiese en realidad. "Le encantó", dice el técnico del Navia.
Los padres de los pequeños también dieron el visto bueno al proyecto, que aún está en fase de pruebas. "Nos gustaría ampliarlo el año que viene al resto de categorías, realizando diversos turnos", asegura José Carlos Álvarez. Antes de ponerse las botas, los escolares, todos en categoría alevín, realizan las tareas, y si las acaban, trabajan con fichas de refuerzo. "Queremos ofrecerles una formación integral, que el Navia no se quede solo en el fútbol, que se traspasen los muros del campo", remata el director deportivo de la entidad rojiblanca.
En el aula, el entrenador, el formador, es Juanra Iglesias. Él echa un cable a los escolares en sus tareas, y trata de mantenerlos concentrados para que rindan durante esta hora semanal de estudio. "Me parece una gran idea, copiar de los grandes propuestas como ésta es positivo para todos", señala Iglesias, que se muestra ilusionado con el reto. "Se están haciendo las cosas bien y es algo diferente, que va en la línea de fomentar el desarrollo integral del niño", recalca.
Para Iker Arango, el portero, es su segundo año en el club. Desde el primer día acude a estas clases, que para él son "muy buenas". "Puedes hacer los deberes antes de entrenar. Es satisfactorio dejar el trabajo hecho antes de ir al campo", reconoce este canterano, que sueña con ganarse la vida bajo los palos. Hugo Martínez, también en sexto curso, se desenvuelve bien por la banda derecha. Con los libros, también. "Es una cosa genial, no tienes que andar apurado, no pierdes el tiempo, y trabajas", asegura. David Vázquez, que va en cuarto, cree que "es muy divertido, porque estamos entre amigos, y nos ayudamos entre nosotros".
