Salas amaneció ayer con una noticia que generó amplios debates en bancos, plazas y terrazas de la villa. Orovalle, la filial asturiana de la multinacional canadiense Orvana, anunció el pasado martes que pretende reabrir el próximo mes de agosto el yacimiento de oro de Carlés para aumentar su producción en el Principado de Asturias. Así, la mina de Salas, inactiva desde 2014, entrará en funcionamiento para reforzar la explotación de Boinás (Belmonte de Miranda). El anuncio de la compañía fue recibido con alegría por los salenses y también por los partidos políticos del concejo. Todos coinciden en que la reapertura de la mina reforzará el desarrollo socioeconómico del municipio.
Así lo entiende el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo (Foro), quien ya tenía conocimiento, a través de la multinacional, de los planes en Carlés. "Es una noticia importante para Salas porque va a generar movimiento económico, tanto directa como indirectamente, y eso es positivo", comentó. El regidor espera que la reapertura del yacimiento sea "duradera y estable", y asimismo desea que los puestos de trabajo que se generen repercutan en los vecinos. "Haremos todo lo que esté en nuestra mano para reactivar el empleo en el municipio y pediremos a la empresa que tenga en cuenta a la población de Salas a la hora de cubrir esos trabajos".
Una opinión que comparte la oposición. Tanto el PP como el PSOE estiman que se trata de un anuncio que repercutirá positivamente en Salas. "Todo lo que signifique progreso nos parece bien, aunque sería importante que los puestos de trabajo fuesen para la gente de Salas, el trabajo escasea y ahí se podrían hacer algunas contrataciones", señaló Juan Carlos Rodríguez, portavoz municipal del PP. Por su parte, el PSOE realizó una valoración positiva de la reapertura de la mina, "siempre y cuando guarde todas las precauciones ambientales", matizó Celestino Morán, presidente de la agrupación municipal socialista de Salas.
El yacimiento de Carlés se cerró en 2014 por la caída de los precios de los metales preciosos. Ahora, la incertidumbre sobre los precios del petróleo y la volatilidad de los mercados de valores han sido los impulsores de la apreciación del oro como activo.
Además, Gabriel Cobo, directivo de Orovalle, destaca las enormes posibilidades del sector en Asturias. "En la región hay 15 millones de onzas de oro, el Principado es un gran yacimiento", aseguró. Por otro lado, apuntó que parte de los empleados derivados a Boinás en estos dos años regresarán a la explotación de Carlés. Una mina en la que trabajaban hasta su cierre 65 personas.
Unas condiciones idóneas para la puesta en funcionamiento del yacimiento salense, que es celebrada por los vecinos. "No sabemos mucha cosa, pero, en principio, nos parece bien si da trabajo, que es de lo que se trata porque hace mucha falta", comentó Carmen García. Sobre todo, valoran la posibilidad de abrir un futuro a los jóvenes: "Hace falta que la juventud se establezca aquí porque no hay nadie, todos se tienen que ir fuera, y, con la mina, la gente podría hacer su vida aquí", señaló Cheres Ortega.
Por eso creen que "el Ayuntamiento tendría que exigir a la empresa que los puestos de trabajo se queden en Salas, porque eso va a ser bueno para el pueblo", opina Francisco Fernández Rubio. Aunque algunos vecinos tienen sus matizaciones. Óscar Parrondo cree que será bueno en función de los sueldos que pague la compañía a los trabajadores: "Si ganan poco, no pueden mantener una familia, pero el trabajo tiene que ser para la gente de Salas porque el oro se lo llevan fuera y aquí no queda nada".
Los salenses también valoran positivamente que, además de los puestos de trabajo, la actividad de la mina genera desarrollo en el concejo. Jesús Cernuda, conocido hostelero de la villa, celebró la reapertura de Carlés porque "repercute en todo, genera consumo y actividad económica, dejando dinero y trabajo en el pueblo". Y es que el cierre de la explotación se notó en el comercio y la hostelería, apuntó Segundo Garrido. "No sólo va a ser bueno para Salas porque va a dar trabajo también en Belmonte y Tineo, y falta hace", precisó.
En cuanto al impacto ambiental, Hortensia Fernández señaló que "en Navia también se quejan de los olores de la papelera, y mira cuántos trabajos da".
