La Casa del Lobo de Belmonte y el cercado en el que se encuentran los lobos "Belmon", "Tino" y "Aullador", abiertos al público hace algo más de un año, en mayo de 2015, necesitan más promoción. Así lo creen la empresa que gestiona el equipamiento, Proasur, y las administraciones públicas implicadas: el Ayuntamiento y la dirección General de Recursos Naturales.

En este período, el equipamiento belmontino ha recibido más de 6.000 visitantes, pero los sectores involucrados creen que es una cifra que puede mejorarse. "Estamos viendo que aún hay cierto desconocimiento de estas instalaciones", apuntó el director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo, quien anunció que en su departamento se está planteando la creación de una página web con todas las competencias del área, y "estamos pensando en incluir información sobre la Casa del Lobo y el cercado para que tengan una mayor difusión".

Por su parte, la alcaldesa de Belmonte de Miranda, Rosa María Rodríguez, considera que el hecho de que el equipamiento esté fuera del circuito oficial de promoción del Principado de Asturias, por su modelo de gestión privada, repercute en su menor conocimiento entre el público. Por ello, asegura que tiene la intención de "hablar con las entidades relacionadas con el turismo del Principado para ver si es posible integrar estos atractivos en sus redes de promoción".

Además, la empresa gestora y el Ayuntamiento recordaron ayer al Director General, en su primera visita a la Casa del Lobo y el cercado, la necesidad de dotar con mayores medidas de seguridad la zona en la que se encuentran los tres lobos. Unos trabajos que Manuel Calvo aseguró que se podrían acometer este año: "Se trata de pequeñas actuaciones para evitar que el público pueda acercarse mucho a los animales y prevenir que se produzcan accidentes". El cálculo es que el importe no llegue a los 50.000 euros, cifra que se invirtió el año pasado en el arreglo del camino de acceso al recinto y que sirvió para mejorar uno de los miradores, dotándolo de cubierta.

En concreto, se tendrá que actuar en el otro mirador, que presenta unos huecos destinados a la toma de fotografías de los animales por parte de los visitantes, pero que están situados a una altura muy baja con respecto a la que pueden alcanzar los lobos saltando. Además, se tendrá que mejorar la seguridad en todo el recinto para que no resulte fácil el acceso al mismo.