Richard Galliano firmó, en la iglesia parroquial de Navia, su segunda obra de arte en menos de veinticuatro horas. El acordeonista francés ofreció en la noche de ayer una muestra más de su dominio del instrumento, esta vez acompañado de un elenco de músicos locales que vivieron la velada como un sueño. "Este tipo de actos demuestran la fuerza de unión que tiene la música", destacó el cantante naviego Juan Coloma, artífice, junto con la asociación "Amigos del Concierto", del festival en memoria de Horacio Icasto dentro del que se enmarcada el acto de ayer.
Además del acordeón de Galliano, los presentes pudieron disfrutar del grupo de músicos liderado por Ginés Fernández, profesor del Conservatorio del Occidente y director del grupo "Ensemble" de Gijón. Esta veintena de estudiantes abrió el concierto, y a su actuación se unió enseguida Galliano. "Es un honor, algo que no vamos a olvidar", señaló Ginés Fernández sobre su colaboración.
Otro de los momentos más espectaculares de la velada llegó cuando el acordeón de Galliano se encontró con la gaita de Luis Feito, y ambas iniciaron un viaje casi mágico por el mundo de las sensaciones. "Son dos instrumentos que casan a la perfección", apuntó Feito, que está al frente de la escuela de música tradicional de Navia y de la banda de gaitas "La Reina del Truébano". "Cuando tienes la oportunidad de hacer algo con alguien que es el mejor del mundo en lo que sea, es bestial. Si encima es un músico, ya es indescriptible", apuntó Feito, que en años anteriores había tenido la oportunidad de compartir escenario con Ara Malikian.
Además, la banda de gaitas en conjunto participó en el remate final de la noche, con la interpretación, al unísono con los músicos franceses, del himno de Asturias.
