Victorino García, fundador de la tienda de artesanía El Rincón Cunqueiro, en el pueblo de Tablado en Degaña, recibirá el próximo domingo la distinción "Arándano de plata" de la XXXVI edición del Día de los Pueblos de Asturias que se celebra en Navelgas (Tineo).
Para Victorino García su candidatura a recibir el premio fue "una sorpresa" y entiende que el galardón reconoce "el trabajo permanente que llevamos haciendo desde hace unos 14 años para poner en marcha El Rincón Cunqueiro, algo que representa la defensa de nuestra cultura, nuestro patrimonio etnográfico y nuestros pueblos".
Fue en el año 2003 cuando este degañés empezó a pensar en recuperar una tradición que había estado presente en su familia y en muchas otras de la zona. No era otra cosa que el oficio hoy a abandonado de los cunqueiros, conocidos en su propia tierra como "tixileiros": artesanos que tallaban la madera mediante un torno a pie para hacer escudiellas, barberas, cachos para el vino, cuencos, entre otras piezas, que luego salían a vender durante varios meses al año por el resto de España a venderlas.
Victorino García se animó a poner en funcionamiento un taller para recuperar el oficio y a abrir un punto de venta en Tablao. Para poder volver a sacarle rendimiento al oficio en la actualidad, la venta de objetos es insuficiente, así que el "cunqueiro" empezó a divulgar su historia como parte de la cultura de la comarca en colegios, instituciones o ferias. "Conseguimos inventarnos una adaptación del oficio al tiempo actual para que tenga la posibilidad de prolongarse, sustituimos los ingresos que la gente obtenía en su día con la venta de los objetos por hasta seis formas distintas de obtener dinero, todas dependientes de la tradición 'tixileira'", explica García.
Cuando mira atrás, el alma de El Rincón Cunqueiro lo hace con satisfacción, porque cree que su idea ha experimentado "un cambio a mejor que ha supuesto que mucha gente conozca el oficio y ya no se vea como algo raro; al contrario, la gente empieza a llegar a Tablado porque nos buscó y se interesó por esta tradición".
Recibir la distinción el domingo genera en Victorino García un sentimiento contradictorio: "Es una inyección de adrenalina para seguir, para sentarse a pensar en que hay gente que se está fijando en ti, que cree en ti y que te apoya, pero, por otra parte te hace sentir preocupado y triste porque me dan un galardón por ser único en un sector que está desapareciendo desgraciadamente, y es como certificarte que esto se está apagando y la poca luz que queda es a través de uno".
No obstante, en El Rincón Cunqueiro también trabajan la cuñada y el sobrino de Victorino García, lo que hace se sienta "apoyado en esta aventura por una generación nueva y poder tener claro que el oficio tiene posibilidad de mantenerse en el futuro con mi sobrino, que aprendió conmigo y aporta por su juventud energía además de un idioma como el inglés que nos ofrece la posibilidad de poder llegar a un público extranjero".
