Los dos ocupantes del camión de la basura que realiza la ruta por San Tirso de Abres tomaron ayer el café más accidentado de su vida. Estaban reponiendo fuerzas en un bar pegado a la nacional 640 cuando un fuerte estruendo sobresaltó a todos los clientes del establecimiento. "Sentimos el golpe y la camarera se asomó a la ventana y nos dijo que había sido nuestro camión. Fue un susto, y gordo", explica uno de los operarios de Cogersa. Por suerte, se quedó en susto porque la vivienda contra la que se estrelló, cien metros más abajo, estaba desocupada en el momento del suceso.

Pasadas las diez de la mañana, y por razones que se desconocen el camión, que estaba estacionado en las inmediaciones de la gasolinera santirseña, se puso en movimiento, favorecido por la pendiente de la zona. Los muchos curiosos que ayer se acercaron al lugar del suceso coincidían en destacar que el susto pudo haber sido mayor, ya que el camión deambuló justo por un espacio vacío entre la gasolinera de Randeo y la carretera nacional y se fue a estrellar contra una casa deshabitada en ese momento.

Marcelino Fernández, propietario de la vivienda y de la estación gasolinera, cuenta que recibió la llamada de un vecino, conmocionado por lo que acababa de presenciar. Fernández y su mujer estaban en el momento del suceso en Ribadeo (Lugo), donde residen de manera habitual. No obstante, siguen frecuentando su residencia santirseña, por lo que fue cuestión de suerte que no estuvieran: "Pudo haber sido peor, si llegamos a estar en casa me podría haber pillado en la salita leyendo el periódico", comenta este santirseño. Es consciente de que los daños son cuantiosos, pero se muestra optimista porque no hubo heridos: "Estoy tranquilo porque nadie resultó dañado y casa para vivir tengo".

El camión se empotró literalmente contra la vivienda, que había sido reformada en los años setenta del pasado siglo, y provocó desperfectos en la planta baja, donde está la caldera de la calefacción "puesta nueva de hace poco", y en la primera planta. El salón quedó arrasado por completo y lleno de escombros.