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Las modistas, modelo en Allande

"Había que remendar todo lo que se podía", afirma una de las profesionales de la confección de ropa que protagonizarán el calendario municipal para 2017

La máquina de coser que usó Araceli Menéndez. REPRODUCCIÓN D. ÁLVAREZ

"Modistas y costureras" es el tema que ilustrará el tradicional calendario que edita de forma anual el Ayuntamiento de Allande para obsequiar a sus vecinos en fechas navideñas. Los doce meses del año estarán ilustrados con las biografías y fotografías de algunas de las trabajadoras de la costura que desempeñaron su labor en el concejo.

Pilar López, vecina de Iboyo, es una de sus protagonistas. A sus 85 años reconoce que aún saca su máquina de coser para realizar algún arreglo en su propia ropa, pero hace tiempo que dejó de hacerlo de forma profesional. Empezó muy jovencita en su parroquia, San Martín del Valledor, donde recuerda que se juntaban chicas de los pueblos cercanos -ella era de Coba- en casa de Asunción, quien les enseñaba el oficio.

Cuando se casó, se trasladó a vivir a Iboyo, y entre los trabajos que desempeñó estaba el de modista itinerante. Recorría los pueblos de alrededor con su máquina de coser a cuestas para trabajar en las casas que le requerían. "Trabajaba hasta de noche y cobraba

cinco pesetas por día. Luego, cuando llegaba a casa, continuaba cosiendo hasta irme a la cama", explica Pilar López. Confeccionaba todo tipo de ropa, para hombre y mujer, y la mayor parte era de trabajo, pero también para ocasiones especiales. "Hubo dos bodas en el pueblo e hice los trajes. También hacía muchos pantalones para hombres e incluso calzoncillos y, sobre todo, remendaba mucha ropa y sábanas", relata la modista.

El trabajo que desempeñaban las modistas y costureras años atrás era esencial, especialmente en las zonas rurales donde el acceso a las prendas de vestir no era asequible para buena parte de la población. López recuerda que "no había dinero para comprar ropa, así que había que remendar todo lo que se pudiera".

Junto a ella comparten su historia la conocida modista de Pola de Allande Araceli Menéndez, fallecida en 2010, que siempre vivió en la villa donde le llegaban los encargos para hacer todo tipo de prendas, incluso trajes de hombre o de novia.

Otro de los nombres que aparecen en las páginas del calendario es el de Manuela Fernández, que, aunque nacida en A Fonsagrada, se trasladó a vivir a Pola de Allande ya en 1959. Como era habitual en la época empezó a coser con tan solo 14 años y se especializó en la creación de prendas masculinas, lo que la llevó a colaborar con conocidos sastres de la zona.

Aurora Rodríguez es otra de las 12 modistas que aparecerán en el calendario allandés de 2017. En su caso estudió corte y confección en una academia de Oviedo, y una vez terminados sus estudios en 1946 se instaló en su tierra, donde estableció su taller de costura hasta que en 1966 se trasladó a vivir a Oviedo de nuevo.

Estas son solo algunas de las historias que se podrán leer en el almanaque que el Ayuntamiento ha podido elaborar con la colaboración de las componentes de la asociación de mujeres "Río Nisón", que fueron las encargadas de recopilar los datos biográficos y las fotografías de todas las homenajeadas.

Ilia García, presidenta de la asociación, considera que el calendario servirá para homenajear a unas mujeres que tuvieron que pasar una vida dura: "muchas de ellas se cargaban la máquina al hombro y se pasaban días enteros cosiendo en otras casas".

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