De piedra se quedaron Luz Divina Rubio y su marido Claudio Rubio cuando el lunes por la tarde fueron a coger su coche para irse a casa y descubrieron que no estaba en el garaje. Estos vecinos de El Rodical (Tineo) tienen una casa en el pueblo cercano de Valserondo y fue allí donde sucedieron los hechos.

Como cada día subieron en su coche hasta Valserondo para atender algunos animales que tienen en la casa y lo aparcaron en un pequeño garaje situado cerca de la vivienda. Durante todo el día no vieron nada extraño por el pueblo, pero justo cuando fueron a coger el coche para volver a su casa, sobre las siete de la tarde, se percataron de que no estaba. "Nos estaba vigilando, hacía un rato que yo había estado en el coche metiendo cosas para marchar y dejé las llaves en el asiento. Cuando volvimos ya no estaba", relata Luz Divina Rubio.

Nadie en el pueblo vio nada, excepto cómo el Renault Clio gris se iba por una salida del pueblo que su dueño no solía utilizar. "Unos vecinos vieron el coche bajar por un camino por el que no solemos ir, pero no se podían imaginar que nos estaban robando", explica Rubio, que asegura que "en 40 años que llevamos aquí nunca nos había faltado nada, este es un pueblo muy tranquilo y somos pocos vecinos".

De hecho, confiesa que su marido en numerosas ocasiones dejaba el coche abierto y cuando le reprendía siempre contestaba: "¿Aquí quién va venir a robar? Además, estamos nosotros en casa". Una afirmación fácil de entender, puesto que para llegar al pueblo es necesario desviarse de la carretera general y su casa no está situada en un lugar céntrico.

Los afectados tienen sospechas de que el ladrón pudo haber sido un antiguo vecino de la zona a quien ya en otras ocasiones se le ha atribuido el robo de vehículos en pueblos cercanos. "Si fue quien pensamos nos ha hecho una faena, muchas veces le di comida y si necesitaba algo prefería que nos lo hubiese pedido", apunta la mujer, que asegura que el coche es muy importante para ellos "no por su valor, sino porque lo necesitamos para movernos, y más ahora que mi marido tiene problemas en las piernas".

Aun así, Rubio se queda con la parte positiva de que ni ella ni su marido sufrieron ningún daño, y espera que el coche llegue a aparecer. Se trata de un Renault Clio gris, matrícula 3361 GLY, que está buscando la Guardia Civil.

A los propietarios les queda esperar y la intranquilidad "de que ya ni en el pueblo podemos confiarnos", lamentan.