El alcalde pixueto, Ignacio Escribano (PP), no descarta reorganizar las concejalías una vez que concluya el verano y la mayor parte de las actividades festivas. El regidor reconoce que su idea es que un concejal de su equipo de gobierno se encargue las competencias festivas. Los ediles de su formación (Felipe Fernández, Mariví Álvarez y Román Cándano) siguen sin mostrar deseos de asumir estas tareas, razón por la que el Alcalde ha asumido la competencia, "pero de forma temporal".

La ya exconcejala de Festejos alegó motivos personales para dejar este cometido. El Alcalde indicó ayer que estos motivos "son comprensibles porque tiene mucho trabajo". Se refiere a que Verónica Pardo también se encarga de las Concejalías de Obras y Turismo, que sí mantiene.

La edil dimitió a un mes de las fiestas de San Pedro y a tres semanas del inicio del verano, lo que hizo saltar las alarmas sobre el futuro de San Pedro y de los festejos de los pueblos, este año sometidos a más tramitación en cumplimento de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas del Principado. La norma data de 2002, pero con la anterior secretaria el gobierno no pedía cierta documentación que ahora sí exige, ya que se limitaba a eximir de responsabilidad al Ayuntamiento. La actual dirección de Secretaría Municipal ha hecho otra lectura y obliga a la comisión de fiestas que organiza un evento a cumplir con el reglamento. Esto significa que deben aportar una memoria con un plan de evacuación, medidas de higiene y seguridad y otros informes. Además, las fiestas de San Pedro no cuentan con todo el apoyo de la hostelería local, que ha manifestado su desacuerdo con algunas propuestas del programa y también con una de la fórmulas de recaudación (las verbenas en la explanada del puerto). La exedil de Festejos dejó comprometidos la mitad del coste de los fuegos artificiales de San Pedro, la compra de la corona de flores que se tira el mar en día de la procesión de San Pedro y 2.500 euros para financiar parte de las actuaciones de las charangas.