Los árboles del área recreativa de Torce, en Coaña, tienen desde ayer nombre y apellidos. Se los han colocado, bien visibles en flamantes carteles, los alumnos del colegio Darío Freán de Jarrio, en la actividad programada para el centro para celebrar el Día del Medio Ambiente. Al trabajo previo en las aulas se le sumó ayer una pequeña excursión de todo el alumnado hasta este área recreativa, en la que incluso plantaron un roble, nacido en un pequeño vivero que gestiona el colegio.

"Cada árbol tiene una ficha en la que han tenido que ir completando con sus nombres, en asturiano, en castellano y el científico, además de otras características como las hojas, el tronco, o el fruto", explica Elisa Carvajal, directora del colegio coañés. Lo han hecho así con ejemplares de especies como acebo, pino, pládano o sauce llorón. Se plantaron, además, un carbayo y un haya.

Silvia Rodríguez, de cuarto curso de Primaria, fue una de las encargadas de explicar las características del pesqueiro y del haya. "Tenemos un invernadero y un huerto, en los que trabajamos con las plantas y los árboles. Vamos en los recreos algunos compañeros de clase. A unos les gusta más que a otros", apunta entre risas esta alumna.

Para David López, de sexto curso, lo que más le llamó la atención del abedul es el color blanco o plateado. "Los árboles, aparte de eliminar el dióxido de carbono y producir oxígeno, también decoran y dan madera. Son muy importantes", dice.

La teniente de alcalde, Rosana González, agradeció el papel del colegio. "Es admirable que los niños, desde Infantil, empiecen a convivir y a respetar el medio ambiente", incidió.