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Concernoso pierde su escuela

"Sentimos mucha pena", afirman los alumnos y los profesores tras el cierre de la última aula de la montaña valdesana por la falta de escolares

Alumnos, exalumnos, padres, familiares y maestros, frente a la escuela de Concernoso. G. GARCÍA

Cuando, dentro de unos días, se cierren las puertas de la escuela de Concernoso, lo harán de forma definitiva. El final del curso lectivo coincidirá en este pueblo de la montaña valdesana con el final de la escuela unitaria que, desde los años cincuenta, lleva funcionando ininterrumpidamente. Pablo, Rubén, Manuel, Pedro y Antón serán los últimos alumnos de este centro, dependiente del colegio rural agrupado (CRA) de Villayón. Dos de ellos superan la etapa de Primaria, y con tres escolares se ha decidido el cierre. Ayer, alumnos y exalumnos, maestros y familias se despedían "con mucha pena" de un centro muy querido y apreciado, del que destacan "los valores y la cercanía" que siempre ha mantenido.

Como acto final, los alumnos proyectaron un vídeo de una hora de duración, en el que trataron de abordar la historia, circunstancias e idiosincrasia de esta escuela. Los maestros reconocían en la cinta que la primera sensación al llegar a la escuela era de temor, al ver las carreteras por las que habrían de circular todo un año, pero que el trato cercano con los alumnos, su "nobleza" y el buen ambiente les hacían pronto cambiar de opinión. La palabra "pena" fue la más repetida cuando hablaban del cierre del aula.

"Siento orgullo, por un lado, de haber podido participar en la historia de esta escuela, pero mucha tristeza por el cierre", confesó David Antuña, el tutor en este último curso. "La escuela es el corazón de un pueblo. En el momento en el que falte, dejarán de venir los coches por aquí, se dejarán de arreglar las carreteras...". Para Lorenzo Méndez, también maestro, no se han tomado todas las medidas posibles para evitar el cierre. "Estamos dejando morir al medio rural", advierte.

Ana García es una de las madres afectadas por este adiós. "Se pierde mucho más que una escuela: valores, vivencias y mucha historia", dice. Apostilla que "los colegios al uso deberían aprender mucho de las escuelas rurales".

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