El Ayuntamiento de Castropol está tramitando el regreso a la localidad de Figueras del cañón ubicado durante años en la conocida como playa del Cañón. Esta pieza se retiró de esta pequeña cala durante las obras de construcción del puente de los Santos y, desde 1987, está almacenada en un depósito que el Ministerio de Fomento tiene en Valdés. El regreso de la pieza se enmarca en el proyecto para realizar una ruta arqueológica que bordearía buena parte de la costa de la parroquia de Figueras.
El arqueólogo Valentín Álvarez se está ocupando, por encargo del consistorio, del diseño de este proyecto y también de los trámites para que la pieza de artillería pueda regresar a Figueras. Él fue el encargado de catalogar este cañón en agosto de 2014 para su inclusión en el Patrimonio Cultural de Asturias y ya entonces dejó constancia del "lamentable estado de conservación" que presentaba y de la necesidad de rehabilitarlo.
Explica en la ficha del inventario que el cañón está ligado a un episodio histórico de la Guerra de la Independencia y, "según la bibliografía, fue empleado por los vecinos de Figueras para bombardear Ribadeo". Según ha quedado registrado, ante el acoso de las tropas francesas, la batería artillera ubicada junto a la ermita de San Román fue destruida y los cañones arrojados por el acantilado hacia la ría del Eo.
Una de dichas piezas es este cañón, que permaneció durante años en esta cala de difícil acceso. Es una pieza de gran valor sentimental para los figueirenses, que durante años convivieron con el cañón en la playa como un elemento cotidiano, como acreditan diversas fotografías antiguas.
Ahora bien, según precisa Álvarez, el proceso administrativo para lograr su regreso al concejo de Castropol es complejo, ya que hacen falta los permisos de diferentes organismos como Fomento, Cultura y el Ayuntamiento de Valdés. Los trámites están en marcha y de momento todas las partes involucradas están por la labor, así que es posible que la pieza regrese pronto a suelo figuerense.
El segundo paso de este proyecto es el diseño de la ruta arqueológica a la que se incorporaría esta pieza, una vez restaurada. La idea de esta senda partió de los vecinos de la asociación "As Figueiras", que plantearon la propuesta al consistorio castropolense. Este último ha decidido poner en marcha el proyecto delegando su redacción al citado arqueólogo. "Me parece una ruta muy sugerente porque vamos a recuperar elementos que están en el paisaje y que mucha gente desconoce", precisa este profesional.
No en vano, la senda partiría del puerto de Figueras y recorrería la zona de costa hasta el campo de concentración de Arnao. Por el camino recorrería elementos de gran interés como el fuerte de Arroxo o la punta de La Cruz, donde existió una barbeta. "En la senda hay elementos de interés que permiten crear espacios museológicos y explicar cómo era la defensa de la ría", añade Álvarez, quien precisa que la ruta comprendería un amplio periodo histórico entre los siglos XVII y XX.
Inicialmente el proyecto apuesta por la apertura de la senda y la señalización de los puntos de interés con carteles explicativos. No requería demasiada inversión porque la ruta coincidiría en su mayor parte con la senda costera. La concejala de Cultura de Castropol, María Álvarez, defiende este proyecto por su valor cultural y turístico y explica que el consistorio ya ha trasladado sus planes al viceconsejero de Cultura, que ve la idea con buenos ojos.
