"Todo lo que se haga en favor de Severo Ochoa es poco. Ha sido una de las personalidades asturianas más relevantes. Yo me atrevería a compararlo con Jovellanos. Una persona de proyección mundial, un científico extraordinario y que al final apostó por su nación y por su tierra". Así habla Servando Fernández, cronista oficial de Navia, de la figura del destacado científico y premio Nobel luarqués, hacia el que, reconoce, siente gran devoción. "Ha sido un ejemplo para todos, su proyección universal no se puede perder. Es un luarqués universal; es la gran figura del occidente de Asturias", enfatiza.

Esta semblanza de Severo Ochoa se realizó en la tarde de ayer, en la primera de las sesiones de las XIV Jornadas de Historia de Navia, que en esta edición repasan la vida y obra de asturianos notables. Además de Severo Ochoa, ayer fue el turno de los dirigentes comunistas Casto García Roza, Baldomero Fernández Ladreda y Luis Montero Álvarez, así como del catedrático ovetense, escritor y jurista Félix Pío de Aramburu y Zuloaga.

Estas jornadas se presentan con una "triste novedad", según Fernández, organizador de las mismas, por parte de la Asociación de Amigos de la Historia de Puerto de Vega, junto a la Fundación Valdés-Salas: "El profesor José Manuel Pérez-Prendes falleció hace unos meses. Como homenaje a su persona y a sus enormes aportaciones a estas jornadas, proyectaremos mañana (por hoy) una de sus lecciones magistrales". La figura e inteligencia de Pérez-Prendes también fueron alabadas por el regidor naviego, Ignacio García Palacios, en la apertura de las jornadas.

En su turno, el profesor Rafael Anes y Álvarez de Castrillón glosó la trayectoria de Félix Pío de Aramburu, quien, entre finales del siglo XIX y principios del XX, ejerció como rector de la Universidad de Oviedo, logrando dos importantes hitos: recuperar la facultad de Ciencias para la Universidad, y crear la extensión universitaria.

Por su parte, el profesor Ramón Piñeiro habló de la convulsa década de los años cuarenta del pasado siglo en la dirección asturiana del Partido Comunista, cuando luchas internas afectaron a su desarrollo en la clandestinidad. Y relató cómo Fernández Ladreda se convirtió en una figura denostada, dando nombre a un comportamiento, el ladredismo: "Se refería a aquellos dentro del partido que eran indisciplinados, soberbios, que querían ser un jefecillo local", indicó.

Hoy se reanudan las sesiones, a partir de las 17:15 horas, en el espacio El Liceo de Navia.