Los 85 alumnos del colegio Príncipe Felipe de Navelgas celebraron ayer la tradicional fiesta del amagosto con castañas y sidra dulce, pero de una manera especial. Quisieron recordar los incendios acaecidos el pasado mes de octubre en la comarca aportando un granito de arena (una semilla, en concrteto) para ayudar a reforestar los montes quemados.

Para ello, además de comerse las castañas, también las prepararon para sembrar en macetas artesanas con el fin de obtener plantones que en un futuro se conviertan en robustos árboles. Cada alumno hizo su siembra y a partir de ahora se encargará de cuidar su semilla a diario en clase con el objetivo de que en unos cuatro meses sea ya un plantón. "Es una actividad con la que queremos concienciarlos de lo que se quemó, y elegimos los castaños por ser autóctonos", explica la directora, Lorena Fernández. Una vez que se logren las plantas, se entregarán a la cooperativa forestal Esvaco para que las plante.

Las alumnas Carla Bueno y Claudia Menéndez se encargaron de dar paso a la fiesta propiamente dicha con un pregón. Además, ambas coincidieron en que el amagosto es una fiesta que les gusta porque "es típica de aquí y solo se celebra una vez al año".

Esta experiencia en el colegio sirve de calentamiento para el Festival del Esfoyón y el Amagosto que acoge esta tarde, a partir de las 20.00 horas, el barrio de Navelgas de Arriba. Las castañas, la sidra y las riestras de maíz volverán a ser las protagonistas en la localidad tinetense. Además, los visitantes podrán disfrutar de la recreación de los oficios antiguos y de la música en la calle, y más este año, en el que la "Panoya de oro" es para el grupo "La Corte" de Enverniego (Valdés).