A principios de noviembre, Fernando Lastra, consejero de Infraestructuras, visitó Boal con el objetivo de despejar "todo escepticismo" acerca de la mejora de la carretera AS-12, que vertebra el valle del Navia. La obra, señaló, es "la mayor de las preocupaciones" de su departamento. Vecinos de la comarca y usuarios de esta vía esperan que, esta vez sí, sea la definitiva, tras varios anuncios y promesas que terminaron en un cajón, víctimas del olvido. Un mayor dinamismo social y empresarial, facilidades para el desarrollo del turismo y la llegada de visitantes, y, sobre todo, un acceso "digno" a servicios como la sanidad son algunos de los argumentos de los lugareños para defender la obra, aunque, dicen, "hay que tomar este nuevo anuncio con pinzas".

La actuación prevista es ambiciosa. El plan es invertir entre 120 y 160 millones de euros en esta vía, que une Navia (en concreto, la localidad coañesa de El Espín) con Grandas de Salime. Son 68 kilómetros de trazado, aunque en esta vía la distancia se mide, más que en longitud, por el tiempo que se tarda en recorrerla. Los más habilidosos y avezados, una hora y cuarto; los inexpertos, hasta hora y media. El objetivo de la mejora es reducir los tiempos en unos cuarenta o cuarenta y cinco minutos, al recortar unos diez kilómetros. Se realizará en dos etapas: primero de Boal a Grandas, donde peor está, y después desde la costa hasta Boal. El proyecto es "prioritario" para Infraestructuras, y se pretende tener listo el proyecto en 2019, para después ser ejecutado, independientemente de las circunstancias electorales que rijan la comunidad.

Si todo esto se convierte en realidad, la comarca del alto Navia dejará de ser una de las peor comunicadas de toda la región, un mal que se suma al progresivo envejecimiento de la población. El acceso a los servicios, dicen los vecinos, debe ser una prioridad. En ello coinciden también los alcaldes de la comarca, que llevan años reivindicando que se actúe de forma contundente para ofrecer un servicio de calidad y evitar el despoblamiento. Se trataría de una obra histórica para la comarca, que marcaría un antes y un después.

"Es una obra necesaria para la mejora de la calidad de vida, sobre todo, de los vecinos que viven en Illano, Pesoz y Grandas de Salime, que, actualmente, ven seriamente limitadas las posibilidades de acceso, sobre todo, al hospital comarcal de Jarrio, pero también a otros recursos y servicios, como Hacienda o el servicio de empleo", explica Verónica Bermúdez, presidenta del colectivo vecinal Foro Boal 3000. Asegura la asociación que "para que esta obra pueda realmente disminuir los tiempos de desplazamiento tendrá que ser una obra de gran envergadura y nos interesa que se haga con todas las garantías en términos del menor impacto medioambiental posible", añade, al tiempo que opina que supondrá una inyección económica directa para la comarca durante su construcción, sobre todo en alojamientos y restaurantes.

Verónica Bermúdez recuerda que, además de la carretera, son necesarias otras infraestructuras, como "una conexión de banda ancha de calidad", y espera que "realmente esto no sea solo una promesa electoral y que finalmente la zona occidental de Asturias empiece a ser tratada, en términos de asignación presupuestaria y mejoras, en igualdad de condiciones con respecto al resto de la región".

Quienes más agradecen esta promesa de mejora son aquellos que circulan prácticamente a diario por esta vía. Es el caso de Daniel Valledor, de Sanzo (Pesoz). Dos días a la semana viaja de Pesoz a Boal, y otro más, hasta Navia. "La carretera, en lo que es la rodadura, es aceptable, pero se puede mejorar mucho", apunta este vecino. El proyecto de mejora de la vía, confiesa Valledor, le beneficiaría "un montón": "Me dejaría dormir algún minuto más".

En términos de comarca, destaca como "principal" el acercamiento al hospital de Jarrio, "para tener el servicio sanitario más a mano". "La mayor parte de la gente son personas mayores, y por el invierno, cuando más se necesita ese acceso, la carretera se pone muy mala", asegura. Además, "los negocios hosteleros, los turísticos, se beneficiarían: si nos ponen a 40 minutos de una autovía, sería un impulso para la comarca en general". Sobre la posibilidad de que esta intentona acabe culminando, este vecino de Pesoz es cauto: "Hay que cogerlo con pinzas; pero está bien que se hable del tema y que lo tengan en mente".

Ángel Barrero reside en Grandas de Salime, y durante tres años tuvo que circular a diario por la AS-12, hasta la costa, por motivos laborales. "Lo cierto es que es una penuria pasar por esa carretera", asegura Barrero, que cree que "sería genial" que se realizase esta inversión. "Es una excelente noticia, sobre todo por el acceso al hospital, y por tener una salida decente hacia Oviedo. En invierno, el resto de vías se bloquean con la nieve, y ésta apenas tiene altitud, con lo que quedaría libre", explica el grandalés.

Eso sí, mantiene sus cautelas sobre si finalmente se llevará la obra a buen puerto. "Ya sabemos los políticos y las promesas que hacen a veces; colocan la primera piedra, y después ya no ponen la segunda. Esperemos que esta vez cumplan lo que dicen", sentencia Ángel Barrero.

Otro usuario habitual de la vía del Navia es el hostelero Manuel García, que regenta el restaurante del área recreativa de Folgueirou, en Illano. Acude regularmente para aprovisionar su negocio, además de realizar todo tipo de trámites y papeleos. Ahora, tarda en llegar a la costa unos 45 minutos. "Confiamos en que no sean sólo palabras, y que después vengan los hechos y las obras", asegura.

Además, señala la posibilidad de que esta renovada comunicación permita la llegada de nuevas empresas, sobre todo del sector turístico, a la zona. "Tenemos una comarca con mucho potencial, pero con el fallo de las carreteras. Si se solucionase, habría una salida en este campo", apunta el empresario hostelero.