La unión comarcal de CC OO en el Suroccidente denuncia la difícil situación que está atravesando el sector de la minería en la comarca, especialmente la explotación de Carbonar, situada en la localidad de Vega de Rengos, en Cangas del Narcea, y analiza con pesimismo el futuro cierre de las centrales térmicas.

La empresa minera canguesa, a pesar de que sigue trabajando, ya suma un año sin poder vender el carbón que se está acumulando en sus instalaciones. Una realidad que está empezando a pasar factura y que ha supuesto que recientemente la minera haya tenido que despedir a más de una veintena de empleados de subcontratas. Hasta hace un año la producción del carbón cangués se consumía en las centrales térmicas leonesas y en la más próxima a la explotación, la situada en Soto de la Barca (Tineo), que en estos momentos solo está quemando carbón de importación.

"Ahora mismo el carbón de aquí es más barato que el de afuera, así que suponemos que hay algún tipo de interés para que no se esté comprando el carbón nacional", denuncia Santiago Martínez, secretario general de la unión comarcal de CC OO, que especula con que la razón de que se esté dando este sinsentido radique en que "hay empresas de aquí que han invertido en minas de Sudáfrica, que es de donde se está trayendo".

Martínez recuerda que con el cierre de las térmicas no solo se pierden los puestos de trabajo vinculados directamente a la empresa y los de las explotaciones mineras, también afectará gravemente a las empresas subcontratadas y al sector del transporte.

"Será la puntilla para esta zona, porque la mina es el único trabajo que hay. Además, la de las térmicas es la única energía que tenemos. Muchas empresas se asentaron en Asturias por tener una factura eléctrica un poco más barata, por el autoconsumo: si desaparece, aumentará y las empresas se irán ", concluye.