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Luarca: 350 tarjetas postales para recordar

Orlando Pérez recopila en un libro imágenes de la villa que circularon entre 1900 y 1940: "Sorprende el cambio urbanístico"

Luarca: 350 tarjetas postales para recordar

Al profesor de Química afincado en Luarca Orlando Pérez Torres siempre le gustó coleccionar cosas. "Es algo que me atrae, que llevo dentro", dice. Empezó con la filatelia. Esa pasión le valió en este campo numerosos reconocimientos. Hace dos años, surgió otra posibilidad y un interés: coleccionar tarjetas postales con imágenes de la villa donde vive, Luarca. El sábado presenta en la Casa de Cultura (19 horas) el resultado: 350 imágenes tomadas entre 1900 y 1940 y que muestran, con el ojo de los fotógrafos de principios de siglo, cómo era la capital valdesana.

"Lo que más sorprendió fue el cambio urbanístico de Luarca. En aquella época era una villa pujante, con gran poder de atracción turística", dice, convencido de que esta importancia se mantiene intacta por un motivo de peso: es parte de la historia local.

El número de postales con las que se encontró da fe de ello. Dice Orlando Pérez Torres que el libro contiene imágenes, sino inéditas sí muy poco visionadas. Se puede ver la Luarca sin diques de abrigo; sin las construcciones que hoy pueblan el llamado Barrio Nuevo; con los edificios de la calle Pilarín "pisando el río" (sin aceras); o las obras de encauzamiento del río Negro. Son sólo algunos ejemplos.

Con esta obra de casi 200 páginas, editado por el coleccionista y que se podrá comprar por 28 euros, también se aprende de formas y vías de comunicación y de avances del mundo de la impresión. "Las postales de este tipo llevaban buenas noticias, se asociaban a un lugar donde se iba de turismo, a un lugar donde se pasaba bien, a un lugar con encanto", revela este incansable coleccionista. Pero si por algo se popularizó el uso de estas impresiones fue por su coste: era más económico enviar estas misivas que una carta. En los países europeos de nuestro entorno, se empezaron a utilizar a partir de 1870, cuenta Pérez. Pero el envío las tarjetas postales logró más protagonismo tras del Congreso de Viena, cuando la tarifa quedó definitivamente establecida: la mitad de una carta.

En España, esta historia tiene una particularidad. Correos sólo permitió la circulación de un tipo de postal, que llevaba el sello impreso y donde no había más opción que poner la dirección del destinatario, sin texto. Más tarde, fue posible escribir en una zona blanca, justo al lado de la imagen. Fue en 1905 cuando empezaron a editarse las postales que conocemos hoy.

Hacerse con esta parte de la historia local no ha sido fácil. Orlando Pérez ha contando con el apoyo del cronista oficial de Valdés, Juan Antonio Martínez Losada; y del profesor luarqués Germán Lorenzo Fernández, "Gelo". El tapiego Martín Carrasco Valdés forma parte de la aventura. Los tres le cedieron tarjetas de Luarca que guardaban como tesoros en sus casas. Otra pieza fundamental fue José Antonio Pérez Sánchez, que introduce el libro y estará en la mesa de presentación del libro.

El libro no incluye todas las postales de Luarca que se editaron aquellos años, pero sí un gran número, según Pérez. Por el volumen de imágenes que han aparecido, se puede constatar que Luarca generaba tanto interés como Gijón u Oviedo. Muchas tarjetas tenían publicidad. Es conocido que a través de ellas se promocionaban el ultramarinos de Macrino Suárez (más tarde Viuda Macrino), la droguería Hijas de Loza (entonces en la calle Uría 1), Casa Victorero y "especialmente" el Hotel Gayoso, hoy cerrado.

Todas están reproducidas con el color con el que circularon. La mayor parte son en blanco y negro o tonalidades grises, pero también las hay azules y tintadas con anilina. Casi todas las imágenes están firmadas por los fotógrafos Enrique Gómez y Enrique Camilo Gómez.

El libro está dedicado a Marienca Gago, la esposa del autor por su "incansable ayuda".

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