El arquitecto Luis Berges tiene claro que la vida es una suma de experiencias y que una persona no debe renunciar a casi nada por una cuestión de edad. El próximo mes cumplirá 93 años, pero no cree que esa sea una razón para dejar inconcluso uno de sus últimos proyectos: retratar con sus dibujos, hechos a acuarela, el Camino Primitivo de Santiago.

"Hace dos años el tiempo me impidió hacer algunas etapas entre Asturias y Lugo, y quiero acabarlas; ver los paisajes, conocer qué me llama la atención y hacer finalmente un libro", dijo ayer, en pleno recorrido por Grandas de Salime, después de haber hecho, un día antes, la "ruta de los hospitales", entre Grado, Salas y Tineo. Esta vez, Luis Berges, natural de Jaén, está acompañado por su hijo Simón Berges, de 45 años. Él es su apoyo psicológico para superar las etapas y poder contarlas a través de sus dibujos. Cuenta Luis Berges que es un aventurero experimentado, que toda su vida hizo montaña y que está preparado para afrontar el reto. "Pero los años van pesando y por eso necesita de mi ayuda", matiza su hijo.

En Asturias, este arquitecto se ha quedado "impresionado" con tres cosas: con el paisaje, "por ser tan verde"; con las casonas típicas asturianas, "por ser de piedra y tener el tejado de pizarra", y con la amabilidad y la hospitalidad de la gente. Si sus planes se cumplen, el próximo diciembre editará un libro con los dibujos. Se trata de paisajes o de elementos arquitectónicos que le han llamado la atención.

Luis Berges no pinta según camina y tampoco se detiene para hacerlo. Toma notas al pie del Camino de Santiago y, más tarde, se inspira y hace el dibujo.

"Siempre fue una persona muy inquieta, muy activa, y no duda en hacer las cosas aunque supongan un sacrificio", explica su hijo Simón. Ambos dan las gracias al hospitalero de Grado, Domingo Ugarte, por recibirlos el pasado miércoles "y abrirnos el camino desde Asturias".