Con la puerta forzada y abierta se encontraron los vecinos, en la mañana de ayer, la ermita de San Roque, en Tineo. Alguien había entrado durante la noche para robar el dinero del cepo y revolver el pequeño templo dejando algunos de sus cirios y crucifijos tirados sobre el altar. El ladrón o ladrones también decidieron romper y tirar a la entrada de la capilla algunas de las flores que servían de decoración.
Un suceso para el que el diácono Rafael Llanes no encuentra explicación. "No es la primera vez que roban el cepo y habíamos reforzado el cierre de la puerta, pero sí es la primera vez que hacen una profanación; estamos muy disgustados", asegura.
La puerta contaba con una nueva cerradura, un candado y una verja interior que no fueron suficientes para frenar a los cacos, que destrozaron la cerradura y levantaron la verja. Unos daños que Llanes asegura que superan el dinero que pudieron haberse llevado de los donativos, puesto que se recogen a diario y apenas suman unos 10 euros.
En esta ocasión han decidido poner en conocimiento de la Guardia Civil el suceso, ya que temen que, de continuar las incursiones en la ermita, se puedan dañar las imágenes.
"Tanto la capilla como la imagen de San Roque son muy queridas para el pueblo de Tineo y el concejo, es un emblema", recalca Llanes, quien cree que los ladrones esperaban encontrarse con algo de más valor al celebrarse misas mensualmente.
