Parte de los diputados regionales -los de PSOE, IU y UPyD-, han elegido no hacer más piruetas con una comisión indagatoria de la Junta General del Principado y han decidido clausurar las investigaciones sobre la ampliación del puerto de Gijón. Alegan que no disponían de la documentación necesaria, pero de ello hablamos en seguida. En el lado contrario, los grupos de Foro y PP se han opuesto al pestillazo y han declarado que hay papeles de sobra como para utilizarlos de base en las preguntas desagradables que se pudieran formular a los comparecientes. Lo de la documentación es muy interesante, ya que casi nos atreveríamos a afirmar que un domingo cualquiera se presenta uno en el rastro de Gijón y topa con algún puesto en el que se venden carpetas azules llenas de informes, cálculos, análisis, impugnaciones, demandas o defensas sobre la ampliación de El Musel y sus brutales desvíos presupuestarios. Recuérdese, por ejemplo, que el informe de la Oficina Antifraude de Bruselas -en el que se basa todo el tinglado y es la causa de que el caso haya acabado en la Audiencia Nacional-, era un texto protegido, un "top secret", porque en su páginas venían los nombres, direcciones y DNI de los que declararon ante los agentes europeos de investigación. Pero, aun así, el que no tenga ese informe es porque ensaya para ser tonto. Ahora bien, comprendemos que sus señorías, diputados y diputadas de Asturias, no pueden presentarse en la comisión seguidos por una furgoneta de mercaderes a los que han comprado una tonelada de papeles por un puñado de euros. En cuanto a las comparecencias, la naturaleza del caso obligaba a traer a grandes personalidades de los puertos del Estado, de las constructoras, de la política, así como a otros artistas, de modo que durante unos días esto podía confundirse con la alfombra roja de los "Oscar". En consecuencia, toca aburrirse.
