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Fernando Monreal

Médico urólogo

Fernando Monreal

Doctor en Medicina y Cirugía

Una vez más, es noticia el tumor testicular

Una patología que le diagnosticaron a Gutiérrez, a Armstrong y ahora al ciclista italiano Ivan Basso

Si hace unos meses, en esta misma sección, les hacía mención del tumor de testículo que padecía Gutiérrez, jugador del Newcastle United; y, hace unos años, Lance Armstrong nos sorprendió con similar noticia, sólo que en su diagnóstico se incluían metástasis en pulmón y cerebro?, y ahí lo tenemos, hoy saco el tema a colación debido a que la misma patología la está sufriendo en sus carnes el ciclista italiano Ivan Basso, compañero de equipo de Alberto Contador y doble ganador del Giro en 2006 y 2010.

A raíz de una caída en la 5ª etapa del presente Tour de Francia, con traumatismo en la región escrotal, ha continuado teniendo molestias que le obligaron a realizar una consulta médica en Pau, donde tras la exploración pertinente se le diagnosticó cáncer de testículo.

Y, por desgracia, cada vez se ven más casos de tumor testicular en el entorno de un traumatismo a ese nivel. No está demostrado científicamente que el traumatismo sea la causa que desencadene el tumor, pero sí que vienen apareciendo publicaciones médicas sobre casos clínicos con el antecedente traumático. ¿Fue la causa?, ¿o a raíz del traumatismo fue estudiado y se realizó un diagnóstico temprano e incidental del cáncer? Todavía no podemos contestar tajantemente a estas preguntas.

Sabemos que el tumor de testículo es más frecuente en el varón joven, entre los 20 y los 35 años, y que, afortunadamente, a día de hoy se cura alrededor del 90% de los mismos. Representa el 1% de todos los cánceres del hombre y su incidencia ronda el 1/100.000 varones/año. Y en cuanto a la manera de presentarse, normalmente se observa una masa escrotal indolora; pero en algunos casos se presenta con dolor agudo, resultado de un infarto o hemorragia intratumoral.

Yo aconsejo que, en los casos de duda ante un dolor testicular o un bulto, se consulte con el médico de Atención Primaria o con el urólogo, para que sea él quien determine, a través de la exploración física y/o ecografía, de qué se trata. Pues en el peor de los casos, si nos encontramos ante un tumor, y si el diagnóstico se ha realizado tempranamente, el índice de curaciones puede superar el 90%.

¿Y qué hacer cuando se ha detectado un cáncer de testículo? Pues el primer escalón terapéutico irá enfocado a realizar la extirpación del órgano afectado. Ya con el diagnóstico de anatomía patológica en la mano -tras haber estudiado la muestra con el microscopio-, se podrá saber si es preciso realizar algún tratamiento añadido -adyuvante-, como puede ser la quimioterapia, o, por el contrario, sólo con la cirugía puede ser suficiente. Esto no quita para que, posteriormente, haya que realizar unos controles periódicos rigurosos con la intención de averiguar si existen recidivas o si puede afectarse el testículo contralateral.

Por lo arriba comentado, mi eterno consejo es realizar la autoexploración testicular de forma periódica. Y el mejor momento será bajo la ducha y con agua templada, para que el músculo escrotal se relaje y facilite la exploración. Eso sí, sin prisas. La palpación debe ser suave y rodeando toda la superficie testicular de manera individual; así apreciaremos si hay bultos, cómo es la consistencia del tejido testicular, si existen irregularidades en su superficie, etc. Y ante la duda, al médico. No deje para mañana lo que pueda consultar hoy.

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