La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Hipoacusia

La difícil comprensión del debate catalán y la financiación de los partidos políticos

Mis allegados saben que, entre otros males que me aquejan, y de los que apenas me quejo, padezco hipoacusia (sordera neurosensorial) en mi oído derecho, lo que en ciertos lugares o situaciones en que prima el follón o apenas se escucha (por ejemplo, en chigres o debates nacionalistas), si no me hablan alto y claro no me aclaro.

Así que por ejemplo ahora que se acerca el 27-S, en que Mas y sus masianos pretenden desconectarse de España (¿empezarán a usar pilas?), a medida que el debate se lía yo sí que desconecto, porque me voy quedando sordo como una tapia.

Por ejemplo hace días, a cuenta del último capítulo de "Pasión de catalanes", que suele decir con coña el gran Carlos Herrera, ha vuelto a la palestra la manida financiación de los partidos políticos, un asunto caracterizado, como es sabido, por el oscurantismo. El Tribunal de Cuentas, sin ir más lejos, ha denunciado reiteradamente, a cuenta de ello, la "poca transparencia" de que hacen gala PP, PSOE, IU o CiU, por lo cual de media sólo pueden auditar 3 de cada 10 euros que engullen.

Lo cual, según algunos, se debe al "agujero legal" abierto tras la reforma de la ley de Financiación de Partidos Políticos impulsada por el PSOE en 2007. Un cambio legal -según dice, por ejemplo, la revista catalana "El Critic"- que prohibió las aportaciones anónimas pero elevó a 100.000 euros el límite para las individuales. En 2012, ya con el PP en el Gobierno, aunque se prohibió que las empresas beneficiarias de contratos públicos pudieran realizar donaciones a los partidos, sin embargo, dicha prohibición no se hizo extensible a sus fundaciones, así que lo que no les entra por la puerta principal lo hace por la de servicio, pero entrar, entra.

¿Y la que hay liada tras los recientes registros policiales en la fundación y la sede de CDC? Pues "más a más", que diría Mas.

Con lo cual, yo ya estoy en hipoacusia aguda y cada día me aclaro menos. Por ejemplo, alguien, en la mentada "Pasión de catalanes", dice "independencia" y lo más que yo llego a oír es el final: "pendencia". ¿Que dice "nación"? Peor aún: entiendo "donación".

Así que he decidido ponerme un audífono en el oído derecho.

-Pues muy bien, chaval: verás cómo te mejora la audi(na)ción.

-Que Dios te oiga.

Compartir el artículo

stats