Hormiguea" el cuerpo de la villa gijonesa por ver hecho realidad el cuento de la lechera que desde Madrid nos cantan a coro la Pastora y la Cordera...
Pastora y Cordera removieron en un ¡Jesús! con el cucharón de la madre Celestina, la ubicación proyectada la estación... Y la traen del barrio de Moreda a la antigua RENFE? Unos aplauden, otros se rascan por los retrasos.
Bonito del Norte, si no fuera:
Que a una semana y en tres meses, la Pastora, Rajoy?, y los suyos, se la juegan en las urnas a ser o no ser.
Que la Pastora y la Cordera pertenecen al mismo rebaño del derechoso Señor en peligro, como demuestran en el Congreso.
Que raro es que tras cinco años de divergencias, en una sola escena de ministerial tresillo, Pastora y Cordera muevan hermanas, alegres y ufanas, la estación.
Que proyectos, obras y financiación, se dejan "ad kalendas grecas"; y el "recuelo" de la estación, se venda y presente sin planos, ni euros, ni fecha de ejecución,
El acuerdo anunciado desde sede ministerial hasta podría engatusar a los valientes, honrados y holgados gijoneses, ya que, por lo general, es mejor acercar que alejar; amar que odiar; subir que bajar? Si no fuera, además, que de "buenas intenciones están las sepulturas llenas", y que con solo buenas palabras y repentinos acuerdos ni se colocan vías, ni se levantan estaciones de tren.
Los "holgados" de la capitana Illán podríamos hoy hacer carantoñas y fiestas. Pero tantos son los peros? y tan poca la seriedad ferroviaria de la Pastora y la Cardera? que, preventivamente, el Coro de los Holgados puede cantar: "En el tresillo de Madrid, la Pastora y la Cordera, otra vez, marearon la perdiz".
