La importancia del sector turístico en Asturias es incuestionable. A poco que se analice la realidad económica regional es fácil advertir el peso específico que las actividades empresariales ligadas al turismo tienen hoy en nuestra comunidad, hasta el punto de ser uno de los pilares sobre los que se asientan tanto nuestro PIB como nuestro mercado laboral. Tal como informaba hace escasos días LA NUEVA ESPAÑA, precisamente la evolución favorable del turismo en los meses de verano será decisiva en el crecimiento previsto para Asturias en este 2015.
En relativamente pocos años -al menos muy pocos en comparación con otros sectores de larga tradición en el Principado-, las empresas y profesionales vinculados a actividades turísticas han sabido crecer y consolidarse hasta conformar una atractiva oferta especialmente valorada por el mercado español: turismo rural, de aventura, de naturaleza, gastronómico, cultural, de experiencias, de congresos? Y aunque es verdad que todo es mejorable, también es justo reconocer el mérito del significativo desarrollo experimentado en Asturias en este ámbito en apenas unas décadas.
Aunque modesto, creo reseñable el papel protagonizado por el Escuela de Turismo de Oviedo -hoy Facultad de Turismo de Oviedo- en este proceso al que aludo. En primera lugar, fue una entidad pionera, pues cuando un grupo de emprendedores liderados por Francisco Menéndez fundaron este centro docente en 1968, el turismo era una actividad "exótica" en Asturias y, por consiguiente, la viabilidad de un sector empresarial ligado a ella, una quimera. Y como precursora, contribuyó a generar una incipiente cultura turística con una perspectiva profesional hasta entonces inexistente en nuestra región.
En este tiempo, y durante casi medio siglo, el hoy centro adscrito a la Universidad de Oviedo ha participado en la formación de generaciones y generaciones de profesionales sin cuya contribución no podría entenderse el avance experimentado por el Turismo en Asturias en este tiempo. Una formación en la que siempre procuró primar la calidad y la mejora continuada con visión de futuro, adaptándose de forma permanente a las nuevas necesidades del sector, a las nuevas exigencias académicas y metodologías docentes, a la irrupción de las nuevas tecnologías, al nuevo perfil de las nuevas generaciones de estudiantes, a la internacionalización. Como prueba de esta permanente evolución, las dobles titulaciones que desde hace varios cursos se comparte con las universidades de Macerata y Birmingham y que anualmente favorece un muy enriquecedor intercambio de alumnos.
Tras esta larga trayectoria, la fusión de la Facultad de Turismo de Oviedo con HUNI Hotel School, que se formalizó a primeros de septiembre, cabe entenderse como el inicio de una nueva etapa en esa mejora permanente que siempre debe guiar a toda actividad docente. Los primeros ejemplos de las sinergias que esta integración puede generar, ya en este curso académico 2015/2016, son el incremento del 60% en el número de alumnos matriculados, o la implantación de una nueva doble titulación (Grado en Turismo y un título propio en Administración y Gestión Hotelera) que se impartirá simultáneamente entre Oviedo y el nuevo campus de Llanes.
Esta alianza de la Facultad y HUNI Hotel School es indudablemente una excelente noticia para ambas entidades y sinceramente creo que también lo es para el turismo asturiano y para Asturias. Porque con este acuerdo ha prevalecido la voluntad de sumar y no de restar, de colaborar y no de competir, mientras lo segundo ensalza el ego, lo primero desarrolla la humildad y es desde esta humildad como se deberán de afrontar los retos presentes y futuros.
El próximo 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo, que en este 2015 tiene como lema 'Mil millones de turistas, mil millones de oportunidades'. En el Principado tenemos potencialidad para aprovechar esas inmensas oportunidades. La voluntad del acuerdo entre la Facultad y HUNI Hotel School es, al menos, tratar de contribuir a ello.
