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Fondo Norte

Una mala noticia y un sorteo complicado

La larga ausencia del goleador Sanabria complica la vida al gran timonel rojiblanco

Las pruebas médicas borraron de un plumazo la admirable y juvenil seguridad de Tonny Sanabria, que aseguraba el jueves que jugaría con total seguridad ante el Granada, pasado mañana, lunes. El jugador sufre una lesión muscular que lo dejará fuera del equipo entre cuatro y seis semanas, que ya es tiempo, y más en la situación del propio futbolista, deseoso de comerse el mundo, y del Sporting, necesitado de cada uno de los jugadores que componen su joven plantilla. No ha sido una buena tarde de viernes para el gran timonel, que afina las piezas para recibir a un rival dirigido por un colega, Sandoval, con el que no mantiene la mejor relación. Sandoval, por cierto, ha perdido temporalmente a un ayudante, Ismael, que ya lo fue en el Sporting, sometido a una delicada intervención quirúrgica de la que se recupera de forma satisfactoria. Una sensible ausencia en el cuerpo técnico granadino.

La duración de la baja de Sanabria se conoció horas después del sorteo de la eliminatoria de la Copa del Rey. El Betis se cruza de nuevo en el camino rojiblanco, sin duda para felicidad del entrenador verdiblanco, Pepe Mel, quien podrá volver a repetir los elogios a Jony, ese claro objeto de deseo. El Betis no parece el rival soñado por muchas razones: lejanía en el viaje y regular tirón taquillero en un partido en día laborable.

El canal historia desvela, sin embargo, una eliminatoria copera entre los dos equipos en los buenos años rojiblancos y en una buena época verdiblanca. Iriondo era el entrenador del Betis que, ya eliminado, confesó en El Molinón: "Me habían dicho que Valdés estaba viejo, pero ha sido el mejor del partido". Fue, en efecto, una exhibición de un Tati Valdés pletórico, que condujo a aquel sensacional Sporting de Miera a la siguiente eliminatoria. Eran tiempos en los que se podía considerar al Sporting como equipo copero, algo que no se puede hacer ahora. Claro que ahora hay que cuidar la Liga con todo detalle, y más en Primera, y en aquellos días la Liga se llevaba por el libro. La Liga es lo que nos da de comer, aseguran los responsables de los clubes que, como el Sporting, han de buscar la permanencia.

Por cierto, ya es casualidad que los días del adiós de Raúl sirvan para recordar el golazo de vaselina que marcó un ya lejano día en el Anfield del Piles a un Sporting que no era el de los grandes días ni el mejor de la historia. Claro que con este o aquel recuerdo, las buenas costumbres han de mantenerse; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿cuáles son las razones por las que el Sporting ha anunciado con toda la sordina posible las incorporaciones de Redondo y Cundi al área social del club? Hay razones que, de momento, permanecen ocultas para no jalear desde dentro el regreso de dos laterales del más alto nivel rojiblanco. Hay cosas que no se entienden, pero que, sin duda, tendrán una explicación. A la espera de ella está el mundo rojiblanco.

Un mundo que disfruta con la reaparición en actos del club de un símbolo como Juan Carlos Ablanedo, siempre discreto, pero siempre oportuno. Era oportuno en sus paradas y despejes y parece oportuno ahora cuando la normalización asoma en el horizonte rojiblanco. ¿O no?

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