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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

El discurso de la Princesa

Una excepción en Octubre de 1934 y apelaciones a la emoción

La difícil digestión de los premios "Princesa de Asturias" de este año ha conducido al alcalde de la hermana ciudad de Oviedo, Wenceslao López, a dar explicaciones de por qué no fueron desalojados del Ayuntamiento los integrantes de la marcha por la dignidad que el viernes protestaron en la plaza de La Escandalera. Esas personas durmieron en la sala de prensa del Consistorio después de que el regidor les persuadiera de que abandonaran el edificio noble de la plaza de la Constitución.

El argumento de López es que el hecho de haber mandado a la Policía a sacarlos a la fuerza de dicho dormitorio improvisado hubiera producido una imagen deplorable para los premios.

Así pues, a su modo, el alcalde ovetense cumplió algo que dijo el Rey Felipe VI en su discurso del Campoamor: "Esta querida tierra asturiana nunca ha fallado al conjunto de la nación española". No obstante, la afirmación tiene sus excepciones, y una de ellas está siendo precisamente recordada con visitas guiadas promovidas por el tripartito municipal (PSOE, Somos Oviedo e IU). Nos referimos obviamente a la Revolución de Octubre del 34, cuando Asturias puso en jaque al Estado y la comuna de aquellos días alcanzó celebridad internacional.

La verdad es que el "Asturias nunca ha fallado a la nación" tiene algo de respetable "¡viva Cartagena!", es decir, de exaltación del lugar visitado a pesar de los temporales.

Y otra frase que nos ha intrigado del discurso del Rey ha sido ésta: "Que nadie construya muros con los sentimientos". ¿Y si se apela a los sentimientos para unir? Queremos decir que quien construye sobre las emociones construye sobre barro y, sin embargo, está a la vuelta de este tiempo el acto más emotivo de la Corona en muchos años: el primer discurso de la Princesa de Asturias, Leonor, que esperamos sea en esta tierra y que el alcalde Wenceslao llegue a verlo.

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