La reciente sentencia judicial sobre el Club Hípico Astur que cuestiona el proceso de liquidación devuelve actualidad a la emblemática entidad ecuestre, cada vez más ahogada por las deudas y con los trabajadores pendientes de cobros y en regulación de empleo. Al Chas le quedan pocas salidas, pero crece el número de adeptos a la solución más viable: la venta al Grupo Covadonga, aprobada ya hace meses por las asambleas de ambos clubes. Sólo el Grupo parece en disposición, en este momento, de prestar oxígeno a la imparable agonía del Chas, que mantendría su actividad hípica y vería notablemente mejoradas sus instalaciones. Insolvente, el Chas se beneficiaría de la solvencia grupista. Y el Grupo pasaría a convertirse en la entidad sociodeportiva más grande de España, tanto en número de socios como en superficie. Todos salen ganando. Sobre todo el Chas, que se está perdiendo.